1. Me llamo Lucía


    Fecha: 12/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Dani, Fuente: TodoRelatos

    ... encantan las chicas como tú... -Dijo mientras me miraba descaradamente por el espejo retrovisor.- Lo que te podría enseñar, jajaja.
    
    Me quedé callada, era una situación vergonzosa y estaba un poco asustada, aquel hombre tan maduro parecía estar ligando conmigo.
    
    El resto del trayecto no paró de mirarme por el retrovisor y estuvo a punto de embestir a un ciclista que se lo recriminó y le insultó a través del cristal. El taxista abrió la puerta del taxi con una energía que no aparentaba. El ciclista huyó corriendo ante las amenazas del maduro conductor quien, a pesar de su baja estatura y su exceso de peso, se movía ágilmente y tenía unos brazos amenazadores.
    
    Continuó el camino en silencio, yo estaba nerviosa por lo ocurrido, aunque, al mismo tiempo, sentía una extraña y placentera sensación de seguridad cerca de aquel hombre. Cuando llegamos al destino no me quiso cobrar en compensación, según me dijo, del susto que me había llevado por culpa del ciclista. Insistí en pagarle, pero su voz ronca y autoritaria me hizo desistir. Me despedí y fui a ver a mis amigas.
    
    Bailé toda la noche. Bebí más alcohol del que acostumbraba y, sin darme cuenta, estaba flotando sudorosa en medio de la pista rodeada por una manada de chicos que me miraban con ojos lascivos.
    
    Era una situación tremendamente excitante pero decidí retirarme a casa antes de cometer alguna locura impulsada por el aturdimiento y el deseo que estaba empezando a desatar en mí el alcohol. Tenía unas tremendas ganas de ir al baño, así que fui allí sola y tambaleándome. Todo me daba vueltas. Sin pensarlo eché el cerrojo de la puerta, me bajé los jeans y las bragas y empecé a tocarme furiosamente mientras orinaba como nunca antes lo había hecho.
    
    Supongo que por los efectos del alcohol empecé a fantasear que varios chicos me sobaban y me besaban salvajemente en la pista de baile mientras uno de ellos me metía su verga en la boca. Extrañamente, el hombre al que le estaba chupando el glande en mi imaginación era el maduro y gordo taxista al que imaginé después muy vívidamente corriéndose abundantemente en mi boca, lo que me hizo sentir sucia pero me provocó un tremendo orgasmo.
    
    Cuando salí del baño estaba todavía agitada por la excitación y algo desorientada por el alcohol. Para mi sorpresa, distinguí al fondo de la barra al obeso taxista que me había llevado esa tarde. Estaba apoyado en una esquina de la barra, sosteniendo con una mano una copa y con la otra se manoseaba su grasienta y sudorosa cara.
    
    Pude observarle bien, era un poco más bajo que yo y tenía una panza grande como el buche de un animal y un fino bigote enmarcando sus gruesos labios que le hacía parecer una alimaña. Tenía su ávida mirada fija en mí. Me sentí acechada como una víctima frente a su cazador y, al mismo tiempo, atraída por esa sucia mirada. Aunque estaba un poco asustada tengo que reconocer que me excitó sentirme tan deseada por aquel hombre mayor. De pronto se acercó y me temblaron las piernas.
    
    - Hola ...
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