1. Cosas que suceden II.


    Fecha: 09/06/2024, Categorías: Fetichismo Incesto Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... poner orden en mi cerebro, pero mi mano se negaba a soltar su pene rígido.
    
    —Por favor, mamá … ¿Puedo lamerte? …
    
    No había terminado de hablar y ya me lo encontré arrodillado entre mis muslos saboreando el flujo que escurría de mi vagina, su pene había resbalado fuera de mi alcance.
    
    —No, Andrés …no puedes lamerme …
    
    Pero él no me escuchaba, se zambullo entre mis piernas, traté de agarrar su cabeza pero fue en vano, no tenía la fuerza para detenerlo, apreté sus mejillas con mis muslos, pero su lengua ya había encontrado la rajita de mi chocho y sentí la lengua de mi hijo contra mi coño empapado por primera vez.
    
    —¡Oooohhhh! … Andrés … ¡Hmmmm! … no puedes, hijo … por favor … nooo …
    
    Traté de oponerme y resistir, pero mi cuerpo me traicionaba dando señales completamente diferentes, cuando su lengua se deslizo entre los labios de mi vagina y comenzó a golpetear mi sensible clítoris, me abandone a sus caricias orales.
    
    —¡Oooohhhh! … Andrés … ¡Aaaahhhh! …
    
    Poco a poco mis piernas se fueron aflojando y finalmente se separaron para dejar via libre a Andrés que comenzó a lamer mis fluidos como para apagar su sed sedienta de coño. La sensación de su lengua era divina, esos lametazos fugaces a mi clítoris me enardecían. Estaba bebiendo los fluidos de su madre, mi hijo me puso extremadamente caliente, sentirlo acariciarme íntimamente con su lengua me parecía algo tan depravado, tan prohibido, pero al mismo tiempo tan exquisito.
    
    —Ssiii, hijo … lame mi coño … lo haces muy bien … ¡Lámeme rico! … ¡Hmmmm! … ¡Aaahhh! …
    
    —¡Mmmm! … tu coño sabe muy bien, mami …
    
    —¿Te gusta lamer mi coño, hijo? …
    
    Andrés no respondió, pero casi de inmediato se sumergió entre mis muslos, su lengua se deslizó fácilmente entre mis labios empapados y la sensación sobre mi botoncito era abrumadora. Había un subseguirse de descargas eléctricas que me hacían emitir chillidos y carcajadas, estaba como una loca poseída por los aplastantes efectos que me brindaba su lengua atrevida.
    
    —¡Oh!, bebé … me pones tan caliente …
    
    —¡Oh!, mami … me pones tan cachondo … mira como me tienes todo chascón tironeando de mi pelo …
    
    Andrés se levantó en sus rodillas situándose bien entre mis piernas, orgullosamente sostenía su inmensa y dura pija en su mano a centímetros de mi ingle y mi conchita.
    
    —¡Oh! … que linda y dura es tu verga, hijo … deja que mami la vuelva a sentir …
    
    —¡Hmmmm! … ¿Deveras la quieres volver a sentir, mami? …
    
    Me acomodé en el sofá y agarré suavemente su polla endurecida, los músculos de mi coño se contrajeron haciéndome sentir gustitos cuando mis dedos se cerraron alrededor de su pene enorme. Una vez más comencé a pajearlo, mi respiración se volvió cada vez más agitada e irregular viendo la magnifica polla de mi hijo a pocos centímetros de mi panocha, sería tan fácil si me desplazara un poquito hacia adelante para hacerla entrar en mí. Pero no podía permitirlo, sin importar lo caliente que me sentía no podía dejar que eso sucediera. Andrés se ...