1. Malena (V): En la Cárcel


    Fecha: 07/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Baron Ashler, Fuente: TodoRelatos

    Hoy se cumple mi primer mes aquí… Afortunadamente, hay un gran reloj con fecha y hora en el salón. Si no, habría perdido la noción del tiempo.
    
    Esto es un gran complejo penitenciario. Hay varios bloques de condenados y condenadas. Separados por sexos.
    
    Yo estoy en los módulos preventivos: presos en espera de juicio. Cada módulo es simplemente un pasillo de celdas que termina en un salón. Un lugar donde comemos y donde pasamos casi todo el día. Hay algunos libros donados por ONG’s y revistas viejas, cartas, ajedrez, damas… Un solo televisor con sólo los canales públicos. Las negociaciones por el mando a distancia son cosa de todos los días. Afortunadamente, al fondo del salón hay un pequeño patio… Apenas cincuenta metros cuadrados con un poco de césped y dos árboles pequeños. Se puede salir sin más, pero el muro que lo rodea parece infranqueable. Hay tres módulos preventivos de mujeres: seguridad máxima, media y mínima. Seguridad máxima significa no salir del módulo. Hay salas donde reunirse con los abogados con mampara intermedia. Aquí, en el de seguridad media, nos sacan del módulo para las visitas. A mí sólo me visita mi abogada de oficio. Me llevan esposada y debo permanecer así hasta la vuelta. La mínima seguridad significa simplemente que te sueltan las manos durante las visitas.
    
    Por la noche nos encierran en las celdas para dormir. Apenas se puede hacer otra cosa, son cubículos de metro ochenta por dos metros y medio. Dos literas, letrina y lavabo, todo en el lado derecho. El resto un pasillo estrecho que termina en una ventana enrejada. Este módulo da a una especie de barranco, desde “mi ventana” se puede ver un bello paisaje verde. Por el día dejan las celdas abiertas, algunas van a dormir la siesta, yo voy a abrir la ventana, agarro las rejas con firmeza y deseo poder salir al otro lado. Al fondo del barranco está la gran valla del penal, cinco metros de malla terminada en concertinas de espino, torres de vigilancia cada cincuenta metros, guardias armados en ellas, luces cegadoras por la noche. Afortunadamente si encajo la cabeza entre las rejas y miro al frente no veo la valla, sólo las fincas, el trigo verde creciendo, el río reinando en el centro del valle.
    
    Lentamente, con miedo inevitable, atravesé el pasillo. Algunas estaban en sus celdas sentadas en la cama. La mujer me señaló una celda cerrada. Avisó por el intercomunicador que me iba a ingresar en “la 10” y la puerta se abrió automáticamente. Me informó de que iba a dormir allí pero me hizo continuar hasta el salón. Allí estaban todas las demás que, inmediatamente, me miraron curiosas. Me hizo sentar en una silla y, por fin, me quitó las esposas y se fue. Me quedé allí sentada, otras dos mujeres vinieron hacia mí, se presentaron y comenzaron a hacerme preguntas que yo respondí, intentando no dar demasiados datos. Allí aprendí que dentro de la cárcel todos y todas son inocentes. “Dicen que utilicé tarjetas bancarias falsas”... Yo me uní a la moda: “dicen que traía droga, ...
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