Mario el corneador (cap.10) - Relatos Eróticos

Mario el corneador (cap.10)

Mario el corneador (cap.10)

Recomendable leer los capítulos anteriores.

A la mañana siguiente, como siempre, Mario madrugo y fue a darse un baño a la piscina, cuando estaba en ello apareció Paqui por orden de Maria con unas toallas.

- Buenos días mi Señor Mario, me envía Maria a traerle unas toallas secas.

- Bueno días Paqui, bien, déjalas ahí en esa tumbona por favor.

Y eso que te envía a ti Maria?

- Es que ella en este momento está ocupada disciplinando a Pepe mi Señor.

También me ha dicho que le pregunte si desea tomar café o algo.

- Ve y dile a Maria que se presente a mí de inmediato, yo voy hacia la sala de la sauna, allí os quiero ver a los tres.

Paqui se fue y Mario salió del agua y se secó tranquilamente, después con una toalla a la cintura fue hacia la sala de la sauna y masajes.

Allí le esperaban los tres de rodillas.

- Desnudaros todos completamente.

Todos en silencio lo hicieron y volvieron a ponerse de rodillas.

Mario se puso frente a Maria y cogiéndola del pelo le puso la cara mirando hacia arriba y le dio dos hostias, después otras dos y después cuatro más.

- No se te vuelva a ocurrir hacer algo antes que atenderme a mí, no hay nada más importante para ti que yo, espero que no se te haya subido a la cabeza el poder que te he dado de utilizar a estos esclavos o lo pagaras muy caro.

Sin dejarla hablar empezó otra vez a darle de hostias y le dijo la cara totalmente roja.

Se movió y se puso frente a Pepe.

Le dio dos hostias y después dos más, él ni se inmuto, las aguanto como debía.

- Aquí solo hay un Amo, un Dueño y ese soy yo, a mi es a quien debéis obediencia y a quien debéis complacer y atender, nada es más importante y nada os puede impedir cumplir con vuestra obligación.

- Si mi Amo, dijo Pepe.

Mario le dio varias hostias más.

Después se puso frente a Paqui y repitió la operación, Paqui se sentía cómoda con el castigo por duro que fuese, incluso un hilillo de flujo se dejó ver por su muslo, Mario disfruto dándole de hostias y pellizcándole los pechos.

- Podéis seguir con vuestras ocupaciones, tu Paqui prepara la camilla para darme un masaje, voy a la sauna unos minutos.

Mario se giró y Maria se agacho en sus pies y empezó a besarlos.

- Perdóneme mi Dueño, lo siento mucho, soy una estúpida y tengo bien ganado los castigos que desee aplicarme.

- Maria, déjate de llantos y espabila, ahora necesito volver a creer en ti para que depositar la confianza que antes tenía y que estas perdiendo.

Se metió en la sauna, Maria y Pepe salieron hacia la zona de servicio y Paqui se quedó preparando la camilla, de nuevo se puso el sujetador y braga que le había dado Maria que debía llevar y espero a su Amo.

Mario salió de la sauna y se tendió en la camilla, Paqui le puso unas toallas calientes en su cuerpo y empezó a darle un suave masaje.

- Quien te ha dicho que te pusieras algo encima?, le dijo Mario.

- Nadie mi Amo, pensé que debía ponérmelo, lo siento.

- ...