1. He apostado lo que no debo apostar, y en ocasiones incluso he apostado a mi mujer también.


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Bisexuales Dominación / BDSM Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    He apostado lo que no debo apostar, y en ocasiones incluso he apostado a mi mujer también.
    
    Reconozco que soy un adicto al juego, y tras perder en un sin número de ocasiones, me he visto en la obligación de pagar, y en alguna de esas ocasiones, había llegado apostar lo que no se debe apostar, de ahí que me di cuenta, que durante un tiempo disfrutaba más perdiendo que ganando.
    
    Pero como en una ocasión, aparte de que me debí vestir de mujer para pagar mi apuesta, se puede decir que entre los cinco tipos con que había estado jugando póker, no tan solo me sodomizaron, y me obligaron a mamar sus vergas, sino que también entre los cinco, me dieron una paliza en la que prácticamente me dejaron por muerto.
    
    Por suerte me quedaron las fuerzas suficientes para quitarme lo poco que me habían dejado puesto, y completamente desnudo y muy golpeado llegué a una carretera arrastrándome.
    
    Debido a eso, mi mujer estuvo a punto de descubrir mi gusto por ser penetrado, por lo que dejé de realizar ese tipo de apuestas, pero la mala costumbre de apostar lo que no debía no se me había quitado.
    
    Ya que en una ocasión pensando que tenía la mejor mano de mi vida, aposté a mi mujer, realmente no la aposté a ella, aposté su coño.
    
    En otras palabras, me comprometí a dejar que el tipo que me ganó se acostase con ella, ya sé que fue algo muy bajo y ruin de mi parte, pero que quieren que haga soy un adicto al juego.
    
    Así que se me presentó un serio problema, por una parte, el tipo me exigía que cumpliera con la apuesta, y por la otra, ni hablarle a mi esposa de la apuesta que yo tontamente había hecho, así que la única solución que encontré fue el drogarla para permitir que yo pudiera saldar mi apuesta.
    
    Realmente no fue algo muy difícil, más bien resultó ser bien algo bien sencillo, simplemente emborraché a mi mujer y encima le metí unas cuantas pastillas, claro sin que ella se diera cuenta.
    
    Cuando todo eso comenzó a hacerle efecto, la llevé hasta nuestro cuarto, apagué la luz y comencé a besarla y desnudarla.
    
    Desde luego que ella reaccionó poniéndose bien melosa, aparte de lo ebria que se encontraba, fue cuando aproveché el momento y dejé que el tipo que me había ganado la apuesta entrase a nuestro dormitorio, y tras desnudarse en silencio, ocupó mi lugar en la cama.
    
    Mientras que yo desde una oscura esquina de nuestra habitación los observaba, aunque no era esa mi intención al principio, pensaba dejarla a solas con él, y no tener que ver lo que iba a suceder.
    
    Pero justo antes de que fuera a salir del cuarto, me entró una curiosa morbosidad por ver lo que pasaba.
    
    El simplemente separó las piernas de ella, y sin más ni más introdujo por completo toda su verga dentro del coño de mi mujer, la que al principio parecía disfrutar todo, pero a medida que él seguía moviéndose sobre ella, se quedó dormida, quizás por lo mucho que había tomado, y las pastillas que yo le había dado.
    
    Para él fue más que suficiente, tras venirse, se levantó de la cama, se ...
«1234...7»