1. He apostado lo que no debo apostar, y en ocasiones incluso he apostado a mi mujer también.


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Bisexuales Dominación / BDSM Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... sorprendió, era algo inaudito, yo he visto vergas grandes y gruesas, pero como esa ninguna.
    
    Sin demora ella comenzó a lamer suavemente la colorada cabezota, mientras que yo sin dejar de verlos a los dos, no me podía imaginar, cómo sería que ese tipo le fuera a dar por el culo a mí mujer.
    
    Mi esposa sin prisa, pero sin demora, comenzó a introducir dentro de su boca lo que pudo de todo ese inmenso instrumento, y a los pocos segundos ya se encontraba cabeceando, sin detenerse.
    
    Poco a poco profundizaba un poco más y más hasta el punto de que de seguro le debía llegar hasta el fondo de su garganta, sin la menor molestia aparentemente de su parte.
    
    Mientras que nuestro anfitrion de manera desvergonzada acariciaba el coño de ella, al principio por encima de la semitransparente tela de los pantis, pero a los pocos segundos se los retiró y sus dedos claramente los vi, como se introducían dentro del depilado coño de mi mujer.
    
    Mi esposa al tiempo que no dejaba de mamar insistentemente aquella monstruosidad, abriendo sus piernas de par en par, ella movía sus caderas, y chupaba con mayor fuera la verga a medida que él, le fue introduciendo prácticamente toda su mano dentro de su vulva.
    
    Yo estaba completamente absorto, excitadísimo contemplando todo eso, tanto que sin pensarlo, saqué mi avergonzada verga de su escondite, y comencé suavemente a masturbarme.
    
    Viendo como ese tipo hacía lo que le venía en gana con mi esposa, y lo mejor de todo era que al parecer, ella lo disfrutaba enormemente.
    
    Hasta que de momento él le dijo, de manera bien sínica. “Cariño basta, acuéstate y abre las piernas para que tu marido vea cómo te voy a meter todo esto dentro de tu coño, pero antes tomate otra copita de vino.”
    
    Lo que ella hizo de un solo golpe, en ese momento él se me quedó viendo y me dijo, si gustas quítate toda la ropa, para que te sientas mucho más cómodo.
    
    Lo más raro de todo fue, que de inmediato se puede decir que le obedecí ciegamente, lo que al terminar de hacerlo me dio una tremenda excitación, al darme cuenta del poder que él, también tenía sobre mi persona.
    
    Ante mis ojos vi con tremendo asombró, como ese grueso y largo instrumento fue desapareciendo en gran parte dentro del mojado coño de mi mujer, mientras que ella movía sus caderas frenéticamente, y le pedía que le diera más y más.
    
    Ya yo estando completamente desnudo, poco a poco me les fui acercando, para ver mejor todo, el rostro de mi esposa era una mezcla de placer y quizás dolor, no sé.
    
    Quizás fue la imaginación mía, al ver semejante cosa dentro de su coño, me supuse que le debería doler en algún momento, uo estaba de pie, frente a ellos dos, manipulando tímidamente mi verga entre mis dedos, de lo más concentrado en como entraba y salía casi toda esa verga del coño de mi mujer, cuando él me dijo sencillamente. “Siéntate en la alfombra y acércate más.”
    
    Su manera de dirigirse a mí era como si esperaba que le obedeciera ciegamente, lo que realmente hice sin oponerme ...
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