1. Doctor Slipper y Mister Hyde (II)


    Fecha: 24/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anejo, Fuente: TodoRelatos

    ... aquel miembro del tamaño de una botella de champagne, no tardó en escupir una nueva ración de su esperma ponzoñoso en la vagina de Joaquina. De la de Leonor manaba un reguero amarillento de la inagotable esencia del maligno individuo.
    
    Ahora le toca a la chinita - Hyde saltaba sobre uno y otro pie ya desnudo del todo. - Jekyll perdió el tiempo curándote el culito, golfa. Yo te lo voy a dilatar de forma que no se cierre ya nunca.
    
    ¡Déjala monstruo! - chilló Joaquina - es apenas una niña. Rómpeme el culo a mí.
    
    Más quisieras, puta rata. No, no. Ese culito es lo que quiero. Lo calentaremos un rato para que entre mejor mi polla, ¿verdad encanto? Mientras tanto, lame mis huevos y chúpamela. Vamos.
    
    Hyde estaba de pie en la camilla y ofreció su carajo a Caléndula, que yacía boca arriba. Luego tiró de sus pies para enrollarla sobre sí misma y dejar el culito de la oriental al alcance de sus zarpas.
    
    Chupa. Vamos, chupa bien esta verga divina. No lo haces con ganas. ¡Toma, toma, tomaaaa!
    
    La palma de la mano del desalmado era como una pala de hornear y el culo de Caléndula cambiaba rápidamente de color por efecto de los golpes.
    
    ¡Basta, Rabo-gordo - pidió ella - yo te chupo bien pero no más azotes.
    
    No te entretengas y lame mis pelotas. ¿Quieres que te pegue en esa preciosa rajita en lugar de hacerlo en tus posaderas?
    
    ¡Ahhh! ¡No, no! ¡Duele demasiado! Hyde es malo - lloriqueaba ella.
    
    Mmmm. Sí, soy de lo peor y tú vas a poder asegurarlo con razón cuando te rompa ese culito estrecho y delicioso.
    
    Hyde se inclinó a dar un largo lametón al ano entreabierto, separando con dos dedos las nalgas mientras seguía sujetando a Caléndula por los tobillos.
    
    Es hora de que te encule. Ponte aquí -
    
    Hyde movía a la muchacha como si fuera una muñeca inanimada. La tumbó boca abajo en la camilla dejando los pies apoyados en el suelo. Comprobó que el ano apetecido quedaba a la altura ideal para su cipote.
    
    Leonor se había recuperado un poco de la triple corrida e intentaba incorporarse. Quina hacía lo mismo, pero tenía tan poco éxito como su amiga; la droga inhalada era muy efectiva.
    
    Puedo romperte el esfínter y azotarte a la vez. Mmm , esto será muy divertido.
    
    Eres un hombre muy malo. Mis amigas te lo harán pagar caro.
    
    Ja! Mira a tus compañeras. Están medio muertas y cuando acabe contigo, lo estarán del todo.
    
    No digo esas amigas, cerdo - respondió proféticamente.
    
    Porque de pronto, un estruendo de cristales congeló la escena. Dos figuras amenazantes penetraron por el ventanal y Hyde apenas tuvo tiempo de sacar su capullo gigante del culito de Caléndula.
    
    Rosita y Samantha se habían librado de sus faldas respectivas para obrar con mayor libertad.
    
    Aunque no llevaban encima armas de fuego, ambas tenían el saludable hábito de atarse al muslo una funda de cuero con un cuchillo de hoja afilada y un palmo de largo. Precisamente esos dos aceros eran los que acechaban a pocos centímetros el cuello y el pecho de Hyde. Aunque él era sin ...