1. La perversión me sedujo 4


    Fecha: 24/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos

    ... y tú deberías bañarte detrás, que hueles como una puta zorra, de esas que follan y no se lavan, porque son unas cerdas asquerosas. –dijo Patricia.
    
    –Por cierto, limpia todo eso que has manchado. –dijo Patricia, metiéndose a bañarse.
    
    Mientras, yo seguía corriéndome, teniendo espasmos de placer y de gusto, siguiendo expulsando fluidos vaginales, e incluso creí, que era un squirt o que me había orinado en el suelo, delante de Patricia, viéndome con sus ojos. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemí de placer. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemí de placer. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemí de placer. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemí de placer.
    
    Estaba segura que me estaba escuchando gemir como una perra en celo, mientras se reía con la puerta cerrada, mientras se bañaba. No controlaba mi cuerpo, estaba ardiendo y mi coño, quería más, necesitaba más.
    
    Estando muy excita y cachonda, y con la fregona dentro del baño, opté por la manera más humillante y denigrante que había, comencé a lamer el suelo con mi lengua, mientras iba limpiado todo el suelo que había manchado.
    
    No lo sabía, ni me di cuenta, pero la puerta la había dejado entreabierta y me observaba como iba limpiando el suelo con la lengua hasta que lo limpié todo.
    
    Me sentí sucia, asquerosa y muy guarra de haberlo hecho, pero estaba excitada y cachonda. Parecía que había pasado ya lo peor, y que mi vagina estaba excitada, pero se iba calmando.
    
    Me levanté como pude, porque me temblaban las piernas por la intensidad del sexo que había tenido. Creo que era la primera vez que tuve un orgasmo y un squirt, y que por eso me encontraba de esa manera.
    
    Ayudándome del sillón, me levanté para ir a mi habitación, apoyándome en la pared para coger unas toallitas, que usé para limpiarme las piernas, la vagina y el ano.
    
    –Cogí unas toallitas y trapo de la cocina con mistol para fregar el trozo donde me había corrido, meado para que la mancha no se quedara, mientras que Patricia, me observaba como lo limpiaba.
    
    No sé, porque, pero desde nuestra conversación, me había dicho varios insultos, denigrantes y humillantes, y no sabía si Patricia, sé había dado cuenta que me empezaba a gustarme como me trataba o que no la conocía y había cambiado del todo en esos dos años.
    
    Me senté en el sofá para descansar, mientras veía algo en la televisión hasta que pasó unas dos horas, Patricia salió del baño desnuda, poniéndose la toalla, que ella me había visto, verla.
    
    Me quedé mirando, su cuerpo de color negro, esbelto, y bello con unas formas y curvas, dignas de una Diosa del Olimpo. Tenía un cuerpo delgado, con unos pechos medios, muy bien proporcionados.
    
    Luego tenía unas caderas estrechas, con unas piernas preciosas que terminaban en unos pies con unas formas de los dedos y de uñas cuadradas, que seguramente sería la delicia para un adorador de los pies femenino.
    
    Tenía la cara delgada perfecto sin ningún defecto, pero con el color del pelo negro, teñido a rubio con los ojos verdes azulados. Pensé, que, con esa carita de ángel, de niña ...
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