La noche en la que el maduro que me adiestraba gano - Relatos Eróticos

La noche en la que el maduro que me adiestraba gano

... eres.

Ante mi estaba mi realidad, mi cara descomponiéndose al unisonó que la de Andrés al ritmo de su polla penetrándome, sintiendo como el se acercando mas y mas a mi, a punto de montarme, su cuerpo abalanzándose al máximo sobre el mío acabando con el respirándome en la nuca y diciéndome al oído: No te resistas, asume lo que eres, mírate lo tienes en frente de ti…

No pude evitar quedarme frente a frente conmigo mismo en el reflejo del espejo viéndome gemir mientras Andrés empezaba a follarme cada vez mas duro, mi mente voló, mi cuerpo se entrego, no veía nada mas que mi cuerpo apoyado y ofrecido con Andrés detrás follandome con cara de depravado. Me soltó el pelo y me quede mirando igualmente al espejo mientras él me decía: Asúmelo eres una puta, asúmelo eres mi puta y te encanta.

Baje la cabeza y cerré los ojos mientras gemía cada vez mas fuerte de placer, me estaba rompiendo en mil pedazos y no había forma de evitarlo, me estaba rindiendo ante Andrés y el lo sabia, mientras moría el chico de 15 años que semanas atrás había decidido darle la virginidad nacía otro chico de 15 años devoto de su macho, al que la humillación no hacia mas que encenderle, que había empezado a aprender que era sumiso, que ya no se apartaba cuando un hombre iba a correrse… había nacido una puta, por el momento la puta de Andrés.

Andrés paro, la saco y salimos del baño dirección a su cama donde me empujo y nada mas caer me puse en 4 y ofrecido, había perdido el control, me sentía desatado y me gire y le dije: Por favor móntame. Andrés no lo dudo, se abalanzo sobre mi, poniendo un pie a un lado de mi cintura y de una acertó a mi culo empezando rápidamente a empujar, estaba gozando como nunca, quería mas y mas mientras luchaba por no desfallecer ante los envites de Andrés cosa muy difícil puesto que a los pocos minutos, como ya me había pasado en otra ocasión, sucumbí cayendo exhausto contra el colchón y sobre mi el cuerpo de Andrés el cual seguía buscando mi culo, abrí ligeramente las piernas y enseguida volvió a encontrar entrada a mi culo mientras el se acomodaba sobre mi quedando su cuerpo sobre mi nuca. Alargue mis brazos para liberarlos de mi propio peso, Andrés extendió los suyos y me agarro las manos mientras su cadera me vapuleaba una y otra vez, sentía un placer inmenso y una conexión muy fuerte con sus manos agarrándose a las mías y entre gemidos cerré los ojos y me salió del alma decirle: Soy tu puta, soy tuyo- seguido de mas gemidos y rompiendo a llorar de forma tímida, intentando que no se diera cuenta cosa que fue imposible, por unos segundos aminoro y sentí como intentaba mirarme a la cara y enseguida le dije: Lloro del cumulo de emociones que estoy sintiendo, por favor no pares sigue follandome, soy tu puta.

Reanudo la marcha, apretó mis manos y siguió follandome duro mientras al oído me decía: Es tu naturaleza, asúmelo, naciste para esto…

Volví a vencer mi cabeza, hundiéndola entre las sabanas y mi llanto mientras Andrés empezaba a ...