La noche en la que el maduro que me adiestraba gano - Relatos Eróticos

La noche en la que el maduro que me adiestraba gano

Este es el 4to relato, tras el primero “Mi proceso hasta mi desvirgación con 15 a manos de un maduro”, el segundo: “Como acepte que me adiestrara el maduro que me desvirgo a mis 15”, y el tercero: El inicio de mi adiestramiento…” en donde os voy a contar lo que sucedió tras mi primera toma de contacto con Andrés y sus intenciones de adiestrarme y como consiguió llevarlo a cabo durante nuestra relación.

Era finales de Septiembre y yo con 15 años recién cumplidos , 1’80m de altura, pelo castaño estilo Beatle, con poco vello en el cuerpo y sin barba “salía” con Andrés , un hombre de 36 años, de aspecto rudo, 1’95m, varios kilos de mas, velludo, pelo rizado corto y un moreno curtido en la obra.

Habíamos iniciado una relación en que la condición que el me había impuesto para aceptar ser pareja era adiestrarme sexualmente, ya que el no concebía una relación con alguien sin experiencia sexual. El dia anterior al que nos vamos a situar había ido a su piso a ser adiestrado por primera vez, a empezar a tener un contacto con lo que el quería de mi. (Es lo que figura en mi tercer relato).

Era un martes, a las 15hs y salí del instituto dirección a mi casa en donde mi madre había preparado macarrones para comer, los devore rápidamente, me duche y arregle lo más rápido que pude para salir hacia casa de Andrés. El día anterior, a pesar de haberme impresionado y dejado algo en shock aun, había sido la primera vez en mi vida que había disfrutado plenamente del sexo, donde notaba que había subido un peldaño en mi vida sexual, empezaba a sentir que era “ser mayor” y estaba profundamente enamorado de Andrés, simplemente tenia curiosidad por repetir, por volver a sentirlo, por volver a verlo…

Me plante en su casa como me había dicho, subí y al entrar nos besamos y mientras iba entrando en su casa él me preguntaba que tal había ido mi día y yo preguntándole que tal el suyo mientras nos dirigíamos al sofá, en donde se hizo el silencio que se rompió con su pregunta: ¿Qué tal te lo pasaste ayer? ¿Sensaciones?

A lo que yo le dije que a pesar de que había estado algo superado por mi falta de experiencia que me lo había pasado genial. Él puso su mano sobre mi pierna y me dijo: Es normal, pero debes acostumbrarte a que soy yo quien manda en el sexo y en la relación mientras que tu obedeces, pones el cuerpo y me das placer a mi.

Yo asentía a su explicación mientras el seguía: Debes aceptarlo todo de mi, consentir que haga con tu cuerpo lo que me plazca, porque ese es tu rol y tu mismo te estas dando cuenta que te gusta… Así que debemos empezar por lo más básico no debes tener reparos en que te vea desnudo, en exhibirte y en que te manosee.

Yo seguía asintiendo a sus palabras como quien escucha una explicación vital. Nos quedamos mirando uno al otro mientras el subía su mano de mi pierna a mi cadera hasta romper de nuevo el silencio con un: Muy bien, pues entonces desnúdate. A lo que yo respondí: ¿Aquí? Ahora?

El me beso y respondió: Si, aquí, delante ...