Tu, mi complemento perfecto 4 - Relatos Eróticos

Tu, mi complemento perfecto 4

... numerosa; también me puso al tanto de que tal vez, este semestre nos toparíamos en algunas clases que ella debía ver en su carrera de astronomía observacional, de esas clases que son de relleno, pues no te servirán de mucho. No obstante, cuando llegamos a ese sitio del que me había hablado durante todo el camino, me di cuenta de que se trataba del mismo restaurante donde almorcé por última vez con Malya, ¿Qué significaba esta casualidad? Pero antes de que tan siquiera pudiera negarme a entrar a ese lugar que me traía recuerdos, escuché la voz de Mia que me decía “Te encantará el lugar”

—¿Sucede algo? —preguntó, al ver mi rostro de angustia.

—No, solo me mareé un poco —mentí, pues no pretendía dañar su sorpresa y la ilusión que traía.

—¿Segura? Podemos venir otro día —acarició mi mejilla.

—Nada de eso, ya estamos aquí y no pienso retractarme —entrelacé su mano con la mía para entrar.

La decoración había cambiado un poco, pues ya no prevalecía la madera maciza sobre las mesas y su estilo se había inclinado más a un ambiente familiar, lleno de fotografías en blanco y negro de películas, elementos decorativos como la torre de Pisa y algunos gráficos de los diferentes tipos de pasta que allí servían; pero lo que más me conmovió, es que seguía conservado la música de fondo.

—Voy al baño, ¿Te molestaría pedir la comida? —dijo, con una sonrisa.

—Para nada, ¿Tienes algo en mente? —pregunté, pues quería darle un poco de atención, tal como ella se lo merecía.

—Comeré lo que tú pidas —sonrió, antes de marcharse.

Mientras la veía alejarse, me invadieron los recuerdos de la última vez que estuve allí, y no sé si fue por el anhelo que tenía o era producto de mi imaginación, pero escuché la voz de Malya. Cuando alcé la mirada, me encontré con esos ojos avellana que había echado de menos, ¡Era ella! Realmente era ella. Aquel encuentro parecía surreal, pero su mirada capturó la mía y pude ver como se sonrojó al instante.

—Malya —medio pronuncié.

—Hola —pareció sorprendida por mi presencia.

—Realmente eres tú —dije, al sentir la calidez de su cuerpo y su respiración agitada.

Había soñado tanto con ese encuentro, que jamás pensé que sucedería y por un instante, imaginé que estaba soñando despierta, pero al percibir su aroma, me di cuenta de que su presencia, era real y no producto de mi subconsciente. No sabía que tenía deparado el destino para mí, pero el que me permitiera verla de nuevo, debía significar algo o al menos, era lo que quería creer. Si intento persuadirla de nuevo, ¿Podría capturar su atención?

Publicado:abril 15 del 2021

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Hola,HombreFX (ID: 853437)

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