1. Mi odiosa hermanastra (Parte 1)


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... para el atardecer terminé, y me di un buen baño durante un par de horas.
    
    Fui a mi cuarto, fresquito. Me puse a ver una peli en Netflix. Ya era la medianoche cuando escuché que alguien golpeaba tímidamente mi puerta.
    
    Sin esperar a que yo responda, la puerta se abrió. Era Florencia. Estaba vestida solo con una bombacha blanca y una camisa que usaba de pijama.
    
    β€” Ya no aguanto más β€” dijo. Tenía un gesto de angustia. Su pelo castaño estaba mojado y las gotitas de agua se resbalaban por su cara. Supuse que se acababa de dar una ducha de agua fría.
    
    β€” ¿Qué te pasa? β€” le pregunté, confundido.
    
    β€” Me muero de calor. Mi aire acondicionado no funciona. Esta noche voy a dormir acá.
    
    β€” Deberías pedírmelo primero. ¿No?
    
    β€” No te pongas en forro ahora, pendejo. Te digo que me muero de calor. Ya aguanté dos días sin dormir casi. Papá me aseguró que el técnico viene mañana sin falta, pero hoy necesito dormir bien.
    
    Salió al pasillo y volvió a entrar, arrastrando su colchón y unas sábanas.
    
    Puso el colchón al lado de mi cama.
    
    β€” Por hoy evitá hacerte la paja. Y en lo posible no te tires pedos. β€” Me dijo.
    
    β€” Y vos tratá de no andar en bolas por mi cuarto. β€” retruqué.
    
    β€” Callate Nini. β€” Respondió ella. Siempre que no sabía qué responder me echaba en cara el hecho de que yo ni estudiaba ni trabajaba.
    
    Se tapó con la sábana. Enseguida se durmió. Se notaba que realmente necesitaba descansar.
    
    Así, dormida, no parecía tan temible.
    
    De repente recordé que tenía su tanga escondida en un baúl donde guardaba mis cómic y mis mangas japoneses. Era improbable que la descubriera, pero uno nunca sabía.
    
    Me costó dormir. Me quedé un buen rato viendo cómo Florencia dormía. Los labios estaban semiabiertos, las piernas se escapaban de las sábanas y aparecían desnudas. En un momento, luego de que se removiera varias veces, pude ver su nalga, también desprotegida de las sábanas, cubierta por la linda bombacha blanca.
    
    No lo podía negar, estaba hermosa.
    
    Continuará.
Β«1...3456Β»