1. Diana: juegos perversos (9)


    Fecha: 11/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... pero sin decir nada ni mover un sólo músculo.
    
    No esperé que hicieran nada, simplemente me acomodé la maleta y comencé a caminar hacia los vestidores, sabiendo que se habían quedado ahí parados, pues no escuché el ruido de sus pasos.
    
    En el vestidor ya estaban la mayoría de las titulares, quienes me saludaron al pasar mientras comenzaban a quitarse la ropa para ponerse el uniforme. Me senté en el banco sintiendo todo el peso de lo que sabía y de la decisión que acababa de tomar, experimentando una dolorosa necesidad de llorar, haciendo un esfuerzo inaudito por contener mi llanto.
    
    Alma fue a sentarse nuevamente a mi lado, sin decir nada, solamente quedándose sentada. Ninguna de las dos hacíamos el más mínimo intento de cambiarnos y tampoco intentábamos interactuar entre nosotras, lo que había pasado seguía doliendo demasiado, aunque seguramente en el caso de Alma, dolía de una forma completamente distinta.
    
    - ¡Venga chicas a cambiarse que hay que salir a calentar! - gritó Jorge desde la entrada de los vestidores, algo que rompió el letargo en que nos encontrábamos y de inmediato comenzamos a hacer lo propio.
    
    Minutos después, Alma y yo salimos del vestidor sin decir una sola palabra, pero casi al llegar al campo, sentí la mano de mi amiga dándome un ligero apretón en la mano, algo que me hizo voltear a verla, para que nuestras miradas se encontraran por un momento.
    
    - Suerte, amiga - dijo Alma, con una sonrisa tímida en los labios y los ojos rebosantes en lágrimas, antes de salir corriendo a entrenar con las reservas, mientras yo hacía lo propio con las titulares.
    
    Creí que la actitud de Alma me haría sentir mejor, que sería un aliciente para lo que viviría en lo que restaba de la universidad, pero no fue así, pues el recuerdo de lo que le hicieron y las imágenes que implantó en mi pensamiento lo que Noemí me contó, seguían torturándome de una forma persistente, sin darme un respiro, sin darme un solo descanso.
    
    Definitivamente aquel no fue ni de lejos mi mejor partido, solamente ganamos por un gol y lo metí solo porque se marcó un penal en favor de mi equipo. Durante todo el partido, las piernas me pesaron mucho y mi cuerpo no quería responder a lo que trataba de hacer, y siendo honesta yo tampoco quería responder ante lo que tenía que hacer; por primera vez en mi vida me sentí aliviada de que un partido terminara, al saber que podría ir a casa y esconderme en mi cuarto de los ojos curiosos que al verme en un mar de lágrimas preguntarían por qué estaba llorando si mis sueños se estaban haciendo realidad.
    
    Me quedé sentada un momento en la banca de los vestidores, mientras algunas jugadoras me daban palmadas en la espalda, tal vez pensando que estaba decaída por el pésimo desempeño que había mostrado en el juego, desconociendo por completo los motivos que me tenían completamente destruida.
    
    - ¡Venga Diana, ánimo! - dijo Jorge mientras se sentaba a un lado de mí - ¡No fue tan malo tu partido! ¡Al final ganamos! - dijo en voz ...
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