1. Diana: juegos perversos (9)


    Fecha: 11/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... algunos pasos hacia atrás, haciéndome creer que todo había acabado, pero Jorge no soltaba mis manos y miraba algo detrás de mí.
    
    Los ojos del entrenador se cerraron y bajó la cabeza en el momento en que un zumbido cortó el aire y repentinamente un fuerte dolor en mi trasero fue acompañado por un tremendo sonido, una combinación que me hizo abrir mucho los ojos y morder con más fuerza mis labios, tanto que sentí el sabor a sangre esparciéndose por mi boca, mientras nuevamente el zumbido cortaba el aire y el dolor volvía a retar mi convicción de quedarme callada, sintiendo lo mismo una y otra vez hasta que Raúl se cansó o simplemente se aburrió de lo que hacía.
    
    - Ya puedes soltarla, Jorge - dijo Raúl, nuevamente con la entonación que usaría para dar una orden, Jorge me soltó mientras yo me recostaba en el escritorio, incapaz de frenar mi llanto - espero que la lección te haya quedado clara, Di, lamentaría mucho que quedaras como Noemí, pero estoy seguro de que no vas a ser tan estúpida como para irle a decir a Alma lo que sabes cierto - moví la cabeza rápidamente, en señal de que no diría anda, pero sin atreverme a hablar - muy bien, Di, muy bien. Ahora me voy a ir, creo que te va a ser un poco difícil sentarte en la moto, pero bueno, gajes de tu oficio, puta, adiós.
    
    Los minutos pasaron después de que Raúl se fuera, mi llanto comenzó a ser sonoro y el dolor en mi trasero se hacía cada vez más intenso. Jorge se puso de pie y me ordenó que no me moviera, antes de salir corriendo del salón de clases para regresar corriendo un par de minutos después con lo que parecía ser un botiquín.
    
    Ninguno de los dos abrió la boca mientras me curaba, salvo en las ocasiones en las que el dolor era tan intenso que no podía controlar los gritos que escapaban de mi garganta.
    
    Cuando al fin terminó de curarme me ayudó a levantarme y a vestirme, tratando de que aquello resultara lo menos doloroso posible hasta que estuve lista y entonces nuestras miradas se cruzaron por un momento. Había muchas cosas que no entendía, muchas inconsistencias con las reglas que nos habían dado, no pude contener mi curiosidad.
    
    - ¿Por qué el sí puede dejarme marcas? ¿Por qué él si puede tener noviazgos con las chicas titulares? ¿Por qué…?
    
    - Ninguna de nuestras reglas aplican para Raúl - dijo Jorge, de una forma muy extraña, como si sintiera una profunda lástima por mí.
    
    - ¿Por qué? - pregunté sin poder contenerme, Jorge no me miró, solamente levantó mi maleta y me ofreció su brazo para apoyarme en él.
    
    - Te lo diré de esta forma - comenzó a decir mientras avanzábamos hacia fuera del salón - solamente hay dos personas que tienen el poder para cambiar y brincarse las reglas a conveniencia, solo dos pues ni siquiera al padre y el tío de Raúl lo hacen, uno de ellos, como ya lo viviste, es Javier, tiene demasiada información como para que alguien pudiera ponerle límites, el otro es Raúl; por un lado, por todo el dinero que su padre y su tío aportan a la universidad a petición ...