1. Diana: juegos perversos (9)


    Fecha: 11/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... gemidos y gritos de dolor, pues lo que me estaba haciendo no era para nada placentero.
    
    - ¿Sabes algo? Tu voz es muy molesta, así que te vas a quedar callada, si vuelves a gritar, o a gemir, te voy a castigar de una forma severa ¿Entendido? - asentí con la cabeza, sintiendo un terror incomparable con nada que hubiera sentido antes.
    
    Las manos de Raúl me tomaron por las caderas mientras sentía la dureza de su miembro buscando la entrada de mi vientre, restregándolo en mi concha y deslizándolo entre mis nalgas, jugando conmigo, torturándome al saber lo humillante que sería tenerlo dentro, lo doloroso y traumático que aquello resultaría el saber que estaba cogiendo con el hombre a quien Alma quería, aquel de quien estaba enamorada, a pesar de que al parecer estaba siendo víctima de una bien trabajada farsa.
    
    Repentinamente su miembro entró en mi cuerpo y me robó un sobresalto, obligándome a morderme los labios por dentro, a aferrar mis dientes en ellos para no permitir que mi boca se abriera y recibir el castigo que ello conllevaría.
    
    Las embestidas de ese animal eran salvajes, tanto que incluso el escritorio se movía ante cada brutal arremetida que ejercía en mi contra. Sus manos a veces se posaban en mis senos, en ocasiones enroscaban algo de mi cabello y tiraban de él y a ratos me apretaban las tetas con demasiada fuerza.
    
    Era horrible sentir cómo su miembro entraba y salía de mi cuerpo, sentirlo deslizándose dentro de mí, escuchar la forma como jadeaba, sentir sus manos sobre mi piel y las gotas de su sudor que caían en mi trasero.
    
    El esfuerzo que tenía que hacer por permanecer callada era inmenso, me costaba trabajo tragarme el dolor y la humillación que me estaba provocando, pero aun así soporté todo con tal de no abrir la boca, sin importar lo fuerte que me cogía, ni los pellizcos que le daba a mis pezones una y otra vez, o los golpes que le daba a mi trasero y a mis senos con las manos abiertas.
    
    - ¡Uff! Ya veo porque todos se la quieren coger, tiene el coño muy apretado, se siente bien estar adentro de esta perra - dijo Raúl, hiriéndome profundamente con cada una de sus palabras, teniendo que hacer inimaginables esfuerzos por contener mis sollozos, por tragarme los gritos y las maldiciones que se acumulaban en mi garganta a cada segundo que pasaba, hasta que sentí horrorizada como ese animal comenzaba a cogerme con más fuerza, sacudiendo todo mi cuerpo, sintiendo cómo mis senos se bamboleaban a pesar de estar embarrados en el escritorio, cuando repentinamente una oleada de calor inundó mi vientre con el semen de ese animal, aquel que engañó a mi amiga haciéndole creer que la amaba, que tenían una verdadera relación de amor.
    
    Tomó mi cabello y tiró de él con mucha fuerza, haciendo que casi se me escapara un grito, mientras sentía la cara ardiendo del calor que la corroía, aun a pesar de estar bañada en mis propias lágrimas.
    
    - Lo ves, no era tan difícil mantener la boca cerrada - dijo, mientras abandonaba mi cuerpo, dando ...