1. A correazos


    Fecha: 25/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... había durado demasiado, me daba igual que ella hubiese ganado o no, pero no iba a continuar con aquello. Me dispuse a desatarme y salir de allí, pero las cuerdas no cedieron lo más mínimo, al intentar desatarme aumento mi dolor, parecía que las cuerdas se oprimían mas a mi piel. No pude desatarme y bajar del potro, estaba atado de una forma muy dura.
    
    - Suéltame ahora mismo - La recriminé
    
    - Ah.... se me olvidaba una cosa muy importante, no me gustaría que todo el vecindario escuchara tus gritos - . Se acercó hasta mí, colocándose frente a mi cara y observé como introdujo su mano por debajo de su bata y agarró sus bragas para deslizarlas por sus piernas hasta sacarlas por sus pies. Las estrujó entre sus manos enguantadas con una mano bajo mi atenta mirada de terror. Sus bragas eran blancas y estaban completamente sucias, un desagradable color marrón y amarillo las impregnaba, como si las hubiese llevado durante días. Su mano izquierda enguantada se acercó hasta mi nariz y noté como cerró mis fosas nasales con fuerza para que no pudiese respirar, no tuve más remedio que abrir la boca para respirar y fue cuando me encontré su mano derecha que agarraba sus repugnantes bragas acercándose a mi boca. Forzó con sus dedos enguantados las bragas para que entraran en mi boca a la vez que seguía cerrando mi nariz. Sus bragas eran de una talla grande y no entraban en mi boca pero ella continuó ejerciendo fuerza con sus dedos para que poco a poco fuesen entrando cada vez más dentro de mi boca. Comencé a sentir una sensación de asfixia, no podía respirar, seguía oprimiendo mi nariz a la vez que forzaba sus bragas al interior de mi boca, me faltaba el aire, comencé a sentir una fuerte agonía y pánico, hasta que finalmente introdujo por completo sus bragas sucias dentro de mi boca sin importarla si podía respirar o no. Retiró su mano enguantada de mi nariz y respiré exhausto como nunca antes lo había hecho.
    
    Tras reponerme exhausto de la sensación agónica de su mordaza comencé a saborear un sabor repugnante proveniente de mi boca. Comencé a degustar un sabor rancio muy desagradable. Estaba en lo cierto, no se había cambiado de bragas durante días, era completamente humillante. Agarró un rollo de cinta de embalar de color gris y pegó el extremo en la comisura de mis labios para después comenzar a rodear con la cinta mi boca y cabeza. Dió muchas vueltas con la cinta americana sobre mi boca y cabeza para asegurase que no pudiese escupir mi mordaza que inflaba por completo mi boca. Intenté escupir sus bragas pero fue inútil, llevaba una capa de cinta americana muy extensa sobre mi boca, era imposible escupirlas. Traté de gritar pero su mordaza era completamente eficaz, no permitía articular sonido alguno, no podía gritar ni decir una sola palabra. Mi boca no dejaba de degustar un sabor muy desagradable.
    
    Mi vecina Marga anudo el extremo del cinturón grueso de piel sobre su mano derecha y noté su mano izquierda enguantada sujetando mi pelo, tiró fuertemente ...
«1...3456»