La revancha - 07 Termina el fin de semana - Relatos Eróticos

La revancha - 07 Termina el fin de semana

... vuestro culo y saldréis, nunca sabréis ni vosotras ni nosotros, que habéis decidido cada una.

Las dos cogéis aire, y os encerráis en vuestros rincones, Nuria y Yoha os dan un beso en vuestras mejillas y se apartan, miras la silla, respiras hondo y te sientas, también Zuleia tensa su cuerpo, aprieta los puños y se sienta. Tras las cortinas, nerviosos y expectantes todos miramos la luz, pasan casi dos minutos sin ninguna señal, y de pronto una de las luces se ilumina, otra vez la espera, y cuando el cuarto minuto está a punto de caer, la otra luz se ilumina, Yoha y Nuria salen corriendo hacia vosotras, tiran de la cortina, y os ven clavadas, temblando por estas descargas que no cesan, sudando e intentando sonreír. Apago la corriente, ellas os desclavan de estas vergas, os abrazan, os besan, vosotras orgullosas lloráis de miedo, de alegría, de temor y orgullo, como siempre mil sensaciones antagónicas que se entremezclan…

Nuria os trae un par de comederos con vuestro pienso, los deja en el suelo, también deja un recipiente con agua, y a 4 patas, sin manos empezáis a comer, notas mis manos acariciando tus nalgas, tu lomo, te mueves suavemente, mientras me miras con tu sonrisa sucia de comida. Al fondo Lidia sigue hablando, solo faltaba vuestra aprobación para terminar de hilar vuestro duelo. Aún no habéis terminado cuando viene con Nuria y Yoha, os dicen que hoy probaran que tal os desenvolvéis entre la gente. Levantas la cabeza y notas un sudor por todo tu cuerpo. A 50 kilómetros, hay un pueblo donde se celebra una feria con espectáculo medieval, Lidia ha confirmado vuestra inscripción, en una hora, hemos de estar allí, en aquel momento llega una furgoneta, en ella irán vuestros sulkis.

Lidia, Juan y Fabián van en la furgoneta, mientras que vosotras junto con Nuria, Yoha y yo vamos en el coche, os miro por el retrovisor, estáis serias, asustadas, Nuria te acaricia tu entrepierna, sabe cómo distraerte, como animarte, y tu viendo las primeras lagrimas bajar por las mejillas de Zuleia, la abrazas y la besas. Tras un buen rato conduciendo llegamos a las cercanías del pueblo, allí Lidia, junto con Juan y Fabio ya han terminado de aderezar los sulkis reconvertidos en carromatos medievales, ahora es vuestro turno, solo llevareis la barra en el coño y el plug con la cola en el culo, además claro de las riendas atadas al mordedor de vuestra boca. El pueblo está a algo más de un kilómetro montaña arriba, ríes divertida al ver a Juan y Fabio vestidos de época, hoy serán ellos quienes os conducirán. Zuleia se aferra a su carro, mientras nota el peso de su yerno en el carromato, también tu notas como Juan tensa tus correas, tira de tus riendas, y tras un par de azotes las dos salís corriendo hacia arriba, la subida es dura, pero estáis fuertes y entrenadas, y sin dejar de acelerar vais avanzando, de fondo oís la música de las trompetas, y los portones del pueblo que se abren, al galope cruzáis la puerta y os encontráis con un gentío inmenso que os ...