La revancha - 07 Termina el fin de semana - Relatos Eróticos

La revancha - 07 Termina el fin de semana

... dedos en vuestros agujeros. Solo de imaginarlo se te hace un nudo en la garganta, notas la mano de Zuleia apretar con todas sus fuerzas la tuya, mientras suda de nervios, miedo y vergüenza

Entonces habla Yoha, ella y Nuria están convencidas de hacerlo, de mostraros al mundo como lo que sois, lo que os encanta ser, dos yeguas, sensuales y sumisas, orgullosas y valientes. Pero la decisión es vuestra, esta noche, dormiréis en una pequeña jaula, para que podáis hablar y decidir, y mañana cuando despunte el día, de manera anónima nos haréis saber si la carrera es un espectáculo, o solo una reunión con los más íntimos que conocen vuestro secreto. Habéis quedado heladas, clavadas a vuestras sillas, sin reaccionar, sin saber, Zuleia tiembla y no deja de mirar al suelo, pero tenéis horas para pensar, así que dóciles y cabizbajas dejáis que os llevemos a vuestra jaula, una vez dentro, notáis los hierros rozando sobre vuestras espaldas, el candando cerrando la puerta y tras apagar la luz, una oscuridad total y un silencio tan solo roto por vuestra respiración agitada, os cogéis de la mano, y finalmente empezáis a hablar…

Mientras decidís, me llevo a Lidia a la habitación, esta noche será ella la que me satisfaga, por el camino le pregunto quién fue la primera que le hizo chillar, fue Nuria, aun le duelen sus azotes, no sabe dónde ha aprendido tanto, una chiquilla de poco más de 20 años, yo sonrió y pienso en ti. Por su parte Yoha y Nuria se van con Fabio y Juan a sus habitaciones, seguro que Zuleia será uno de los temas de conversación.

El sol entra en la casa, poco a poco os vais desperezando en vuestra jaula, ha habido tiempo para todo, hablar, llorar, reír, abrazaros, recordar, incluso jugar y gozar con vuestros cuerpos. Oís ruidos, respiras hondo, ha llegado la hora. Se abre la puerta, son Nuria y Joan, que os acarician los cabellos, luego llegamos Lidia y yo, ella abrazada a mí, os mira, los dos tenemos clara vuestra decisión, finalmente Yoha y Fabio. Giráis la cara, nos miráis, y entre caricias y arrumacos, las niñas os sueltan. Lo primero es ir a mear, con un par de correazos os enviamos fuera de la casa, corréis hasta un árbol, y allí vais vaciando vuestro vientre, mientras os miráis, sonreís, la decisión está tomada y no vais a cambiar.

Al volver, en una esquina del comedor, veis dos rincones ocultos tras unas cortinas, en cada uno hay dos sillas, una de ellas con un consolador grueso y largo clavado en ella y dos cables eléctricos en la base. Iréis cada una a un rincón, y habréis de elegir, la que no quiera espectáculo, se sentara en la silla normal y esperará, y la que quiera, hundirá la verga en su culo hasta que sus nalgas choquen con los terminales eléctricos, la descarga hará que además de sentirla vosotras en vuestra carne, se ilumine una luz fuera, si las dos luces se iluminan, estaréis clavadas hasta que os saquemos, si solo es una o ninguna, simplemente a los 5 minutos apagaremos la corriente, dejareis de sentir la quemazón en ...