1. Nuevo orden


    Fecha: 22/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    Mis hermanas mayores me contaron de un tiempo en que los humanos tenían algo que llamaban matrimonios, donde hombre y mujer se juraban amarse por siempre, cuidarse, respetarse y no tener sexo con otros por el resto de sus vidas. Esos tiempos de mentiras e hipocresías terminaron, después de que la “Luz de sanación” ganara las guerras de purificación, convirtiendo a los hombres del mundo en sanadores, delegando en las mujeres las tareas de procrear y servir a los sanadores, sus nuevos amos, para satisfacer plenamente sus deseos.
    
    Ahora las mujeres vivimos en las villas del pecado, mientras los hombres habitan los templos de sanación, ubicados en el centro de cada ciudad, distrito y sector. Ellos se encargan a diario de una ardua labor: procurar la pureza en el alma de cada mujer, extrayendo de nuestro cuerpo a los demonios del deseo, mediante un acto de amor que actualiza nuestra naturaleza femenina, liberándonos de nuestros pecados, sacando de nuestro cuerpo a los malignos seres que tratan de conducirnos por el camino de la lujuria, el deseo prohibido entre las mujeres y la abominación de la masturbación.
    
    Aquella mañana fue mi primera vez en el ritual de purificación, al fin tenía la edad suficiente para ser sanada por uno de mis padres. Estaba nerviosa pero entusiasmada, lo cual solo se vio incrementado cuando, al esperar en la fila, escuché los gemidos cuya génesis yacía en el pecado de aquellas que habían profanado su cuerpo con el deseo y la lujuria.
    
    Pero aquellos sonidos, ciertamente no me importaban, solamente quería que mi turno llegara, ser bendecida con la semilla de uno de mis padres y poder convertirme en una verdadera mujer, al brindar un hijo al gran maestro; un varón capaz de sanar a mis hermanas o una hija bendecida con el don de servir a nuestros padres.
    
    La fila avanzó y mientras más cerca estaba, más fuerte se escuchaban los gemidos de las mujeres que estaban siendo sanadas. Las veía salir de los confesionarios, contentas, liberadas de sus demonios, sonrientes, sudorosas, agitadas y en algunos casos, como seguramente sería el mío, con manchas de sangre en sus túnicas, al ser su primera sanación.
    
    Una de mis hermanas me dijo que la primera vez podía llegar a ser dolorosa, a pesar de que generalmente, los sanadores estaban preparados para convertir la primera vez de una de sus hijas, en una experiencia inolvidable; ciertamente aquello me daba miedo, pero confiaba en que uno de mis padres me trataría con el amor del gran maestro. Solo restaban dos hermanas delante de mí, solo dos mujeres me separaban de comenzar mi camino de la purificación de mi alma; cuando algo grave ocurrió.
    
    Una hermana había tratado de escapar, al parecer sus demonios la poseyeron más allá de lo impensable. Si bien, dos sanadores la capturaron casi de inmediato, las cosas no serían sencillas para ella, pues para poder sacar a sus demonios, no bastaría con la sanación de uno solo de nuestros padres; así que fue llevada a uno de los altares ...
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