El pasado de un ángel caído en desgracia - Relatos Eróticos

El pasado de un ángel caído en desgracia

... daba miedo. Una me dominaba y la otra tenía mi corazón, es una combinación peligrosa, sobre todo teniendo en cuenta la personalidad extrovertida y atrevida de Cleo. Las dos se estudiaron mutuamente con la mirada.

–Nada mal.–dijo Cleo

–¿No te parezco nada mal? Me resulta ofensivo que digas solo eso.

–¿Y qué quieres que diga? "Ohhh eres una diosa encarnada"–me reí con la respuesta –Eres guapa, y seguro que estás bien dotada pero no es que me impresione. Lo he visto todo, chica.

–Seguro que no has visto a una matriarca de súcubos.

–No, no he visto a una, pero he visto a zorras como tú y no pocas.

–Hemos empezado con mal pie, Cleo. Mi intención es atacar a esas zorras hermafroditas, esas son mis intenciones. Yo no convierto a nadie que no lo quiera.

–Bueno, de acuerdo.–dijo Cleo, cediendo a los intentos de Livis de congeniar con ella–¿A dónde vamos?

–A experimentar con la naturaleza de un súcubo, y para eso vamos a utilizar a nuestra amiga en común aquí presente. No será nada grave, ni dañino.

–¿Y si tú eres un súcubo por qué no experimentas en tí?–preguntó

–Porque no puedo renunciar a lo que soy por nacimiento, nací súcubo y tendré que morir como tal.

–¿Y cuando partimos?

–No lo haremos. Solo tengo que realizar un rezo.

Livis realizó el rezo del que hablaba y apareció una puerta mágica frente a nosotros. Entramos junto a Livis, y llegamos a un lugar extraño. Era una dimensión, en ella el cielo era púrpura, con un eclipse en el cielo. Olía muy bien. Frente a nosotras había una casa de madera, muy modesta.

–Entremos.

Dentro la casa era enorme, nada que ver con el tamaño de la cabaña. Nos dió la bienvenida una mujer tan guapa como Livis, sentía un gran poder en ella, y sobre todo, me sentía estrechamente conectada con ella.

–Ella es Capa Sombría, la reina de los súcubos.

–En mis tiempos mozos muchas súcubos nacieron de mí, las mejores de mi generación, y ahora tenemos a una matriarca y su prole joven e inmadura. Y aquí al lado a una trabajadora sexual, que haría de un excelente súcubo.

–Yo no haré nada, he venido por Nur.

–Quiero hacer pruebas con ella, quiero ver porque no es tan sumisa como las otras, y descubrir mi potencial oculto.

–Eso te lo tiene que decir ella, ella sabe porque no es la zorrita obediente que quieres.

–¿Nuriel?–suspiré, no he querido decírselo porque sé que lo va a aprovechar.

–Siempre he sido hipersexual, Livis. Cuando trabajaba como mercenaria no tenía miedo a usar mis talentos físicos para obtener favores, en más de una ocasión me dejé capturar y cuando ascendí a militar tuve siempre a alguien en mi cama. Por eso creo que no me ha afectado tanto la conversión.

–Las ninfómanas no se convierten igual que las demás, Livis.–bajé la cabeza con vergüenza.

–Era complicado lidiar con ello, y en más de una ocasión me entregaba totalmente a la primera polla que se me pusiera delante. De hecho, por eso me gusta ser un súcubo.

–Conozco a Livis, y su historia, pero ...