1. La magia de la palabra escrita


    Fecha: 11/04/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Yessenia, Fuente: TodoRelatos

    ... una madre dando de lactar a su progenie, y ella se entrega como un bebé a la succión de mi pezón. Justo es en ese momento cuando, él desde el otro lado tiene la primera reacción, pero la reprime, solo puede observar.
    
    Ella ni siquiera se percata del efecto que causa en él (serán celos o deseos, o quizás las dos cosas a la vez), pero para ella todo el universo es mi seno, que en ese instante es todo suyo, y en la medida que incrementa la presión de succión, mi vagina intensifica su secreción y ya es imposible que el aroma a sexo no ocupe toda la habitación (justo como ahora mientras escribo estas líneas), y la gente sigue pasando y percibiendo sin saber que pasa, mientras mi tanga sigue guardada en mi escritorio.
    
    Decido que es necesario que ella se desnude, y comienzo a desabotonar su blusa, al principio ella ni se da cuenta, pero enseguida ella reacciona y se asusta ante la posibilidad de verse expuesta ante tan juvenil mirada. Me acerco y susurro a su oído, no debes temer, él no se va a mover hasta que tú se lo permitas. Ella lo sigue mirando profundamente, mientras me sigue deteniendo las manos, quizás al verlo tan inocente e indefenso la hace cambiar de opinión y finalmente me permite seguir con mi trabajo de desnudarla.
    
    Quito su brasier y sus pezones son tan diferentes a los míos, ella los tiene rosados y no tan largos, en cambio yo los tengo cafés oscuros y son bastante largos especialmente cuando estoy excitada y secretando jugos vaginales. Su vagina también es rosada y totalmente depilada, mientras que yo jamás me he depilado y mi vagina es oscura (sin ser negra).
    
    Ella ya está desnuda, yo sigo con el seno derecho expuesto, pero aun llevo el vestido. Lo llamo a él y le pido que se acerque, sigue siendo tan tímido y eso me hace amarlo más, insisto para que se acerque y finalmente lo hace. Le pido que me retire el vestido y me deje expuesta a ella, luego tiene que tomar mi vestido y regresar a donde estaba sentado anteriormente.
    
    Sus senos no son tan grandes como los míos, me ha dicho que la talla de brasier es 30C, pero igual son muy apetecibles, me acerco y paso mi lengua sobre su pezón y se estremece toda al punto que debe agarrarme de los hombres para mantener el equilibrio. Insisto y abro más la boca para poder meterme todo su seno a la boca, y finalmente cede y gime.
    
    Mientras sigo succionando de su seno, veo como se muerde los labios y es inevitable que su mirada lo busque a él, él le devuelve la mirada. Pero son miradas diferentes, ella está llena de lujuria y lascivia mientras que él está lleno de inocencia y curiosidad, de cierta forma los estoy entregando el uno al otro, quizás en esta fantasía se confirma lo que siempre he sido en mi vida, un simple objeto o instrumento para el placer de otros.
    
    Percibo claramente lo que sucede, y pues he sido más que evidente en mis relatos anteriores, yo tengo la naturaleza de servir. Servir a otros en el ámbito sexual y cotidiano es supremamente placentero para mí. Al percibir ...