La magia de la palabra escrita - Relatos Eróticos

La magia de la palabra escrita

... me imagina usando mis tangas de algodón blancas y ve cómo se me salen los vellos de mi vagina porque tengo una orden impregnada en mi ADN que me prohíbe depilarme, no le importa ella me acepta como soy. Ama el brasier blanco talla 32DD que con dificultad cubre toda la redondez de mis senos.

Pero sobre todo ella me prefiere en el vestido de tiritas y sin ropa interior que uso para recibirla en la visita imaginaria que ella me hace en mi casa, y se vuelve loca porque los senos se me salen por las tiras del vestido no deja de mirarme, pero se pone un poco tímida porque sabe que no vivo sola.

Pero también acepta que ese ser que vive conmigo es una prolongación de ese amor profundo y enfermizo que marcó mi adolescencia y que esta relatado en esta página por algún lado (por si les interesa). Él es una constante en mi vida y ella sabe bien que mi vida pierde sentido sin él, porque él fue el receptor de todo mi amor obseso luego que mi primer amor emprendió su viaje al más allá.

En esa visita imaginaria, ella está nerviosa porque estoy totalmente desnuda debajo de este vestido. Muero por sacarme este vestido y quedar totalmente desnuda como me lo ordenó aquel que fue dueño de mi vida, y gracias a él soy nudista casera. Pero para ella es difícil, asimilar la desnudez sabiendo que está presente el fruto de mi amor prohibido, sin embargo, hemos sabido disfrutar de este paraíso terrenal donde nadie juzga la desnudez del cuerpo.

Por respeto a ella sigo con el vestido, pero mis senos son tan inquietos y no se quedan quietos y se me salen por los costados. Ay!!! Me sonrojo toda, la mira y lo miro, le pregunta si desea que lo envíe a ver televisión, pero ella acepta su presencia como acepta todo de mi hasta las pasiones más perversas.

Gracias a ella y su comprensión he podido librarme de la mancha moral que implica mi estilo de vida, ella me hizo entender la pureza de este tipo de amor, y aunque ella se resiste un poco, por esta sociedad tan moralista que mancha y ensucia. Nos abrazamos para confortarnos y saber que no estamos solas, y que en este universo imaginario que nos hemos inventado en los emails nadie nos puede juzgar. En este mundo de palabras sin rostro todo está permitido y no hay consideraciones morales o sociales que nos impidan ser lo que somos.

Al estar abrazadas podemos sentir el latido de nuestros corazones, pero sobre el corazón primero está la piel, y en ese contacto entendemos y nos queda claro a las dos que la piel es la parte más erógena del cuerpo. Es una farsa creer que los genitales son la zona erógena, la erotización proviene de los aromas y los sabores de la piel, y su piel es suave y delicada tiene un aroma jazmín que me hipnotiza.

Ella siente mis senos tan cerca de ella, estoy indefensa y expuesta mientras me aprieta contra ella el seno derecho se me sale, yo no me doy cuenta, pero ella si e instintivamente lo acaricia con su pequeña mano de mujer, por un momento se olvida de la tercera mirada que nos observa ...