1. El precio que mi compañera me hizo pagar. Real


    Fecha: 07/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Cesar, Fuente: TodoRelatos

    ... sensación también fue muy placentera, que sabor tan salado, pero a la vez eran sabores nuevos que nunca había probado de una mujer.
    
    Terminó la tarde y nos despedimos con una mirada cómplice. Estaba deseando llegar a casa y masturbarme sin parar pensando en esos ricos sabores que me ofrecía Elena. Mis deseos hacía ella eran muy fuertes, sentía que no le diría que no a lo que me pidiera o me ofreciera. Pensé en que le iba a decir que me encantaría que meara directamente en la boca pero me daba cosa que lo rechazará ya que estaba casada.
    
    Al día siguiente empezó a contarme que no se sentía deseada por su marido, que desde que tuvo a las niñas ya no la miraba igual. Que sus pechos se habían reducido de tamaño y que estaban más caídos, que su culo ya no estaba tan respingón y que su vagina ya no era tan bonita como antes de parir. Ahí vi mi momento, le dije, ya me gustaría tener tu vagina en mi boca y me dirás tú néctar directamente en la boca. A lo que me puso su cara de pervertida y me respondió eso no lo podemos hacer aquí en el trabajo. Se quedo pensando y me dijo; mi marido se va un fin de semana el mes que viene a ver un partido de fútbol. Puedo dejar a las niñas en casa de mis padres y decirles que voy a salir con mis amigas e irnos a tu casa. Pero eso no te va salir gratis, si me voy a tu casa vas a tener que satisfacer todo lo que te pida, vas a estar a mí disposición y demostrarme tú sumisión hacia mi. Acepte si dudarlo. Lo que tú me pidas mí diosa. Ella sonrió de una forma muy perversa.
    
    Nuestros días fueron pasando con normalidad, jugando a nuestros juegecitos hasta que llegó el día.
    
    Quedamos en mi casa y me dijo, llegados a este momento antes de verme desnuda tienes que pasar una prueba para que me demuestres que no te estás quedando conmigo y realmente me deseas con todas tus fuerzas como una diosa que soy y de esta forma siempre podremos jugar a esto. Tu mi esclavo y yo tu diosa. Estás dispuesto? Si, sin dudarlo le respondí.
    
    Pues bien. Trae un secador a la mesa del salón, una tarjeta de crédito y un billete. No sabía que pretendía. No lo podía imaginar. Se quitó el abrigo y venía con lencería muy sexy. Te gusta lo que ves? Pues ganatelo. Se metió los dedos en el coño y sacó una copa menstrual. La derramó por el cristal de la mesa del salón y con la tarjeta exparcio una capa muy fina. Cogió el secador y la secó, una vez seca la raspó con la tarjeta y preparó una raya como si de coca se tratarse. Enrolló el billete haciendo un turulo y me dijo; esnifala.
    
    Me quedé parado, no sabía que hacer. Tenía entendido que si un hombre tomba la regla de una mujer perdía la cabeza por ella. Pero no sabía que hacer, deseaba a esa mujer con todas mis fuerzas y en realidad quería estar a su merced. Cogí el canuto que ella me ofrecía, su cara de diosa dominante era brutal. Esnifalo y tendrás lo que deseas. Cuando joven tomé cocaína, y me podía imaginar el trancazo que iba a meter y lo que iba a bajar por el gañote abajo cuando me ...