El infierno de la señora margot. cap 1 - Relatos Eróticos

El infierno de la señora margot. cap 1

... además era muy fácil, la señora era viuda y vivía sola y su corpulencia y edad jugaban a mi favor, no tendría la menor resistencia.

Planeé el golpe de mi vida, además el más fácil. Solo debía colarme por la noche, coger cuanto pudiese y salir de la casa. Ganaría una fortuna y dejaría de trabajar y robar durante mucho tiempo. La noche del gran golpe era una ocasión especial. Me vestí por completo de negro e incluso con un pasamontañas que cubría mi rostro, para que nadie me reconociese en la oscuridad. Llevaría instrumentos para forzar vitrinas y cajones y me llevaría absolutamente todo. La señora dormiría plácidamente mientras yo robaba toda la colección de arte y objetos valiosos guardados en su casa. Era el robo más fácil y a la vez que me produciría una gran fortuna. ¡¡ sería mi día de suerte¡¡.

Llegó mi día esperado. Tras planear concienzudamente el robo en casa de la señora Margot, me dispuse a llevarlo a cabo. Me colé sin dificultad en plena noche en su casa por una ventana trasera alojada en la parte de atrás de su gran mansión. Comencé abriendo una vitrina y cargando mi bolsa de tela de relojes valiosos, posteriormente abrí un cajón y encontré muchos anillos y pulseras de oro que fueron a la misma bolsa. Abrí un cajón inferior y me encontré otra gran cantidad de objetos valiosos, comencé a llenar una segunda bolsa en plena oscuridad, solo alumbrado por una pequeña linterna. Estaba rellenando mi segunda bolsa cuando sentí un pequeño pinchazo sobre mi cuello, como una picadura de mosquito en mi yugular. No fue doloroso el pinchazo, pero si note como algo muy fino atravesaba mi piel. A continuación, escuché un crujido de suela de zapato tras de mí. Me di la vuelta estando arrodillado frente al cajón y me topé con unas grandes piernas enfundadas en unas medias negras. Levanté la mirada recorriendo las piernas y el gran cuerpo, me crucé con la cara de la señora Margot. Estaba plantada tras de mi portando una inyección sobre sus manos enguantadas por unos grandes guantes negros de caucho largos. Mi corazón me dio un vuelco, ¡me había descubierto ¡ .

Aquí haré un pequeño inciso para que comprendáis cuanto había ocurrido. Nos detendremos un momento y nos meteremos en la piel de la señora Margot. En cuanto al robo que estaba realizando en ese momento, no se trataba de si había echo ruido al entrar en su casa o la había despertado, sino que ya me estaba esperando la señora Margot. Era una mujer muy inteligente, se enteró que desde hace varios meses alguien robaba en casas del barrio de personas mayores. Investigó un poco y descubrió que todas las personas compraban en la misma tienda y que además había un joven muy amable que entraba en sus casas. Tuvo la sospecha e ideó un plan. Me atrajo hacía su casa haciendo un pedido y me contó todos los objetos valiosos que había en su casa. Me descubrió merodeando por su casa días mas tarde y ató cabos, estaba casi segura de que era yo el que robaba en las casas de los ancianos. Una vez atrajo mi ...