EL CAMINO DE SANDRA 7 y 8 - Relatos Eróticos

EL CAMINO DE SANDRA 7 y 8

... en algún momento, y aunque se prometió preguntarle por eso después, incluso aquello le hizo sentirse más ínfima, y más cachonda. Al decir su amo que le haría una mamada a D. Anselmo sintió algo de asco, pero los jugos ya chorreaban por sus piernas, era tan guarra que la idea de meterse la polla de aquel viejo en la boca hizo que empezase a segregar saliva.

Fueron al salón y D. Anselmo se sentó en uno de los sillones, sin decir nada Sandra se arrodilló a sus pies y le sacó la polla del pantalón, ya la tenía morcillona, estaba excitado sin duda. Inmediatamente empezó a chupar aquella polla que no sabía ni olía demasiado bien, pero le dio igual, solo deseaba que su amo se sintiera orgulloso de ella, acariciaba los huevos y les pasaba la lengua, incluso acarició el ojete del viejo con un dedo. Con todo aquello D. Anselmo no tardó en correrse llenándole la boca de semen, no le gustó tanto como el de su amo pero lo tragó igualmente y después dejó la polla escrupulosamente limpia. El vecino agradeció la mamada a su dueño, sin dirigirse a ella para nada, y prometió que buscaría los fondos necesarios lo antes posible, Andrés quedó con él en darle pronto una orientación de las tarifas.

Cuando quedaron solos Andrés mandó a Sandra a lavarse los dientes, no quería hablar con ella con la boca oliendo a polla y lefa. Al volver le encontró sentado en el sofá y a una indicación se sentó en sus rodillas, él empezó a sobarla con suavidad, aunque de vez en cuando le daba una bofetada o retorcía sus pezones.

- Antes de que me digas nada, que imagino que lo tendrás en tu cabecita, lo que he dicho de venderte ha sido una bravuconada, una forma de mostrar al viejo que eres completamente mía, pero de eso no hay nada, bajo ningún concepto se me pasaría por la cabeza, pase lo que pase, serás mía mientras decidas serlo y si en cualquier momento cambias de idea serás libre de hacer lo que quieras. Sabes que te quiero, me encanta humillarte, emputecerte y castigarte, pero por encima de todo te quiero, y eres lo más importante para mí.

- La verdad es que pensaba preguntarte por eso, no podía creer que hablases en serio, tengo muy claro que quiero ser una propiedad tuya, ser tu esclava sin restricciones, desde que estamos así me siento como nunca antes, me parece haber encontrado mi lugar, pero pensar que quisieras desprenderte de mí se me hacía muy duro.

- Bueno, ya sabes que eso no pasará, nunca pasará. Ahora dime qué te ha parecido lo de antes, qué has sentido y si has disfrutado de la experiencia.

- No sé muy bien qué decirte, ya esperaba que me ibas a entregar a ese viejo, estaba preparada. En la escalera me he ofrecido como la puta que soy, y me ha gustado, cuando me ha metido el dedo en el coño he sentido que era una guarra sin valor, una cerda que podía ser usada por cualquiera, si me hubiera follado en ese momento no habría dicho nada, le habría dejado hacer conmigo lo que quisiera, era como que tenía derecho a usarme, él y cualquier otro.

- Muy ...