1. Mis pintores favoritos


    Fecha: 02/04/2024, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... agua corriendo y sonidos humanos. Me acerqué hasta la puerta de esa habitación ( mejor dicho hasta el umbral pues habían desmontado todas las puertas) y efectivamente alguien –más de uno- se estaba duchando; no sólo duchando sino que por sus susurros y comentarios era evidente que estaban gimiendo de gusto y placer. Como un voyeur me quedé escuchando por unos instantes, me empalmé como un cosaco pero me quedé algo aturdido sin saber cómo reaccionar.
    
    Aprovechando el sonido de la radio y del agua finalmente decidí volver sobre mis propios pasos y fingí volver a entrar a mi casa pero esta vez causando cierto estruendo, dando un portazo, tosiendo, aparentando hablar por el móvil, etc. Después de dejar pasar unos segundos –únicamente los justos para que les diera tiempo a percatarse de mi presencia y a interrumpir sus "juegos bajo la ducha" pero no a "adecentarse"- me encaminé hacia ese cuarto de baño. Mi objetivo se cumplió y al entrar en la habitación la fugaz visión fue de lo más excitante pues –efectivamente me habían oído- ya estaban fuera de la ducha pero ambos seguían totalmente desnudos, aún mojados, instintivamente me dieron la espalda y aquellos dos cuerpos de adonis me deleitaron la vista y algo más que la vista. Yo fingí cierto respeto hacia su supuesto "pudor" y al encontrarlos en cueros les saludé y como excusa para apartar mi lasciva mirada les dije que estaría por el resto de habitaciones.
    
    En apenas un par de segundos –tiempo insuficiente para poder secarse y vestirse- oí que "el rubio guapetón" me llamaba intentando localizarme. Yo estaba en el salón, justo en el extremo opuesto del pasillo y al encaminarse hacia mí a lo largo del pasillo –con sólo unas chanclas y un slip- pude tener el privilegio de gozar de un primer plano de todo su apetitoso cuerpo aunque a medida que se aproximaba también pude percatarme que su paquete había crecido con respecto a días anteriores. Me hizo aclararle ciertas dudas sobre el tono de las puertas o no sé que historia y mientras me hablaba no pude evitar –aunque fuese de reojo y no dudo que él también se dio cuenta- desviar mi vista sobre esos minúsculos slips bajo los que se perfilaba el contorno de un gran rabo que aun denotaba una semi-erección interrumpida y no saciada plenamente y unas pequeñas humedades a la altura de lo que se marcaba como su glande. Después de esas aclaraciones profesionales me entretuve unos instantes tomando unas medidas hasta que los dos aparecieron ya vestidos y se despidieron hasta el lunes. Fue tal mi excitación que, inmediatamente después de cerrar la puerta, me despeloté, puse toda mi fantasía en marcha, me duché y me masturbé en esa misma bañera que casualmente yo acababa de descubrir que para ellos tenía otra finalidad además de refrescarse y asearse
    
    Esa misma noche coincidí con él –codo con codo- en la barra de un pub, nos saludamos, cruzamos algunas palabras, le invité a su consumición e incluso me presentó a su novia lo que me confirmó su bisexualidad y ...
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