Se descubre una nueva ilusión 8 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 8

... –ordenó Ama Yanira. –Ellas, miraba como Samanta iba sacando la ropa con la boca, una a una para meterla en la bolsa que puso en el suelo. Era una tarea difícil, porque al no usar las manos, lo hacía todo con la boca como los perros. Cuando ya lo tenía todo metido, cogió la bolsa con la boca, pero antes alguien de delante de ella la silbaba. Era su Ama Angela que la silbaba, para que se acercara, pero Ama Yanira, chascó sus dedos. –¡Ven aquí, esclava! –ordenó Ama Yanira. Samanta se acercó hacia su portal, poniéndose delante de los pies de su Ama Yanira. Ésta le puso el collar en el cuello con la correa para meterse en el portal, dejando terminado el tema.

Las dos amigas que estaban cachondas perdidas por ver no sólo los vídeos y fotos de Samanta, sino por verla desnuda de rodillas como una perra esclava sumisa, obedeciendo todo lo que le ordenaban, con los restos de semen de sus perros de su cuerpo, que las excitó, mojándose totalmente sus bragas, manchando las faldas, corriéndose al escuchar las palabras de su amiga Yanira, que siendo llamada Ama Yanira, por su amiga Samanta , y llamando ésta esclava a Samanta, les rompieron todos los esquemas del cerebro. Una vez dentro del portal, Yanira chascó los dedos señalando sus botas. Samanta, dejó la bolsa de su ropa en el suelo y se acercó, haciendo una reverencia para besar sus botas. –¡Lámelas, esclava! –ordenó Ama Yanira. –Si mi Ama Yanira. Samanta siguió lamiendo sus botas, levantando ésta las suelas, doblando sus piernas para ella, lamerlas, limpiando toda la suciedad, dejándolas limpias. Entonces, Yanira se quitó las botas sentándose en uno de los escalones para dejar que su esclava Samanta, empezará a lamer sus pies. –¡Ponte en posición, esclava! –ordenó Ama Yanira. –Si mi Ama Yanira. –respondió Samanta, excitada con su coño soltando fluidos de placer. Samanta, se abrió de piernas sentándose sobre sus plantas de sus pies con las manos detrás de la cabeza y su mirada al suelo. Esta posición, dejó asombradas tanto a Julia como a Estefanía, que se terminaron corriéndose de ver lo que estaban viendo, tapándose la boca con la mano y cerrando esta para que no se dieran cuenta, ya que les daba vergüenza a las dos.

El teléfono de Samanta empezó a sonar, pero lo cogió Yanira. –Hola, Soy Yanira. –dijo ella. –Hola, soy Angela. –¿Qué quieres? –preguntó Yanira. –Nada, sólo confirmar lo que me ha parecido ver en el patio hace unos minutos. –dijo Angela. –Bueno, ya lo has visto, así que borra las fotos y las imágenes. –dijo Yanira. –¡Muy bien, entendido! –No te preocupes que ya he borrado todo, así que no hay problema ninguno. –No me ha gustado lo que has hecho a mi amiga. –dijo Yanira. –Era una chica inocente y no puedes ir por la vida haciendo esto. –dijo Yanira. –¿Qué hice yo? –dijo Angela. –¿Sacarle lo que lleva dentro al ver una sesión en la calle de BDSM? –dijo Angela. –Se corrió, en la plena calle, mojando sus pantalones, bragas hasta sus botas estaban llenas de sus fluidos. –dijo Angela. –Porque ...