Se descubre una nueva ilusión 8 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 8

... pasase. Samanta se puso a cuatro patas para seguir hasta su portal, llegando a la puerta metió la llave, para meterse corriendo al ascensor, dándole al botón para que subiera rápidamente, pero en ese momento entró una amiga de ella, llamada Gloria, qué al entrar, la vio así de esta manera, cerrándose las puertas. –¿Qué estás haciendo así Samanta? –preguntó Shanna. Samanta se puso abriéndose de piernas con las manos detrás de la cabeza y su mirada a las botas de su amiga, muerta de vergüenza por verla de esa manera. Entonces Shanna, pudo leer lo que había escrito en su pecho con pintalabios rojo.

–“Soy una puta sumisa de mierda, esclava de mi Ama Angela.”

Entonces se volvió a ponerse a cuatro patas, cuando uno de los perros la montó delante de su amiga. Mientras la follaba, pegando ella un grito de dolor que posteriormente se transformó en gemidos de placer y gusto. –¡Ahhhhh, Ahhhh, Ahhhhh! –gemía Samanta. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía Samanta, hasta que el perro se corrió dentro de ella, teniendo un orgasmo, corriéndose en el suelo del ascensor. Inmediatamente, el otro perro la montó, metiéndosela por el culo, pegando otro grito de placer y de dolor, que hicieron que tuviera una serie de orgasmos que la dejaron jadear como una perra en celo. Shanna se quedó flipando, viendo la escena que la dejó completamente flipando de todo. Samanta se quedó tirada en el suelo del ascensor con su culo en pompa, gimiendo de cansancio. –Sonó el pitido del móvil que Samanta había colocado como le dijo su Ama Angela, viendo por videollamada todo lo que había, sucedido. –¡Muy bien hecho, esclava! –dijo por voz Ama Angela. –¡Me ha encantado verlo todo, esclava! –dijo Ama Angela. –¡Vete a casa, dejando a los perros para luego volver a por tu ropa, que la has dejado en la papelera del patio, esclava! –ordenó Ama Angela. –Si mi Ama Angela. –respondió Samanta delante de su amiga. –Escríbete en la espalda,

–“Soy una zorra sumisa guarra, fóllame si me ves como desees.”

–Y si alguien te quiere ayudar para facilitarte las cosas, esclava. –dijo Ama Angela. –¡Por mí, adelante! –dijo Ama Angela, colgando la llamada ésta. Las puertas del ascensor se habían abierto, llegando a la planta, donde las dos vivían porque eran vecinas, para salir ellas, dejando salir a Samanta y a sus perros de rodillas a cuatro patas, delante de ella. –¿Es esa tu Ama, Samanta? –preguntó Gloria. –Si, Gloria. –respondió Samanta. –Me tienes que explicar cómo te has metido en esta situación. –dijo Yanira. –Si, lo cierto que nos lo tiene que explicar. –dijo Shanna. –Si, ahora cuando termine de cumplir lo que me ha ordenado mi Ama Angela, os lo explico todo. –respondió Samanta, sumisamente. –¿Podéis ayudarme a escribirme esto en mi espalda y culo? –preguntó Samanta, que ha experimentado muchas cosas en esos momentos. –¿Qué es lo que le ha ordenado su Ama? –preguntó Yanira, que estaba saliendo de su piso cuando sintió toda esa escandalera, sabía que era su vecina Samanta, pero jamás había soñado con ver ...