La borrachera de Shadow Angel - Relatos Eróticos

La borrachera de Shadow Angel

... luces de neón de un local en una esquina del callejón llamaron su atención. “Vicker’s Pub” rezaba el cartel luminoso. Se trababa de un bar que abría hasta la madrugada. Estacionadas frente al establecimiento, había cuatro motocicletas de alta cilindrada. Al pasar por delante del pub, la japonesa se dio cuenta que estaba sedienta, notando su boca seca y pastosa. Unas luces de neón con forma de cóctel en la pared que hacía esquina terminaron de despertar su sed. “Por que no” se dijo ella mientras abría la puerta y entraba en el local “ni que tuviera algo mejor que hacer”.

El local, no era especialmente grande pero tenía todo lo que se podía pedir. Una barra de madera pulida con varios taburetes, detrás de la cual había un hombre de unos cincuenta años con el pelo gris, bigote poblado y sombrero de cowboy. Justo al lado de la puerta había dos máquinas tragaperras, y cinco mesas de madera con varias sillas. Al fondo, había una mesa de billar alrededor de la cual cuatro moteros de complexión robusta de entre cuarenta y cincuenta años charlaban animadamente mientras jugaban al billar. En una repisa al lado de la mesa se acumulaban vasos vacíos. Al otro extremo del local, había un par de puertas que Amy intuyó que conducían a los baños y al almacén. A parte de los cuatro moteros y el dueño del establecimiento, no había nadie más en el local.

- Un margarita, por favor.- Dijo Amy sentándose en uno de los taburetes, dando la espalda a los moteros e ignorando completamente sus miradas y comentarios.

El barman, vestido con tejanos y camisa de cuadros la miró unos instantes extrañado, como si esperara que ella cambiase de opinión.

- Marchando un margarita.- Dijo tocándose el ala del sombrero, al ver que la chica no decía nada.

Plantó frente a Amy una copa de cristal, escarchándola con sal, metió un poco de hielo picado y vertió jugo de lima mezclado con triple seco.

- Deje la botella en la barra.- Dijo Amy cuando el hombre empezó a añadir tequila al cóctel.

- Usted manda, señorita.- Dijo el barman dejando la botella al lado del margarita.- Ya sabe lo que dicen, que no hay mal que dure dos botellas de tequila… Siempre y cuando pueda pagarlas, claro.

Mientras asentía, Mikoto Amy pensaba en cómo pagaría su bebida ya que no llevaba nada de dinero encima. Era absurdo ya que cuando vestía su uniforme era con un objetivo concreto y nunca se paraba a tomar algo, y tampoco se dedicaba a sobornar a maleantes para obtener información. Tenía otros métodos mucho más efectivos. Sedienta como estaba, se quitó los guantes, dejándolos sobre la barra y llevó el margarita a los labios. “Con algo de suerte, tal vez me fíe, de hecho vivo a pocos minutos de aquí, mañana a primera hora puedo bajar y liquidar mi cuenta”, se dijo mientras el seco y reconfortante sabor del tequila y la lima bajaba por su garganta.

Amy se acomodó en el taburete mientras soltaba un suspiro de satisfacción. Antes de dar un segundo trago al cóctel, se quitó el bulto que llevaba ...