La borrachera de Shadow Angel - Relatos Eróticos

La borrachera de Shadow Angel

... alcohol, le había sentado mal que el tipo rechazara de buenas a primeras sus insinuaciones.

- No podrán pagar el alquiler, ni la luz.- Dijo ella insistiendo de nuevo, balanceando sus firmes pechos delante de la cara del Barman.- Pero sí que pueden pagar una botella de tequila.

Cerca del cien por cien de hombres de Detroit habrían aceptado entusiasmados sus insinuaciones, pero Mikoto Amy parecía estar delante del único tipo en la ciudad que parecía ser la mismísima encarnación del Hombre de Hielo.

- No se preocupe, Jefe.- Dijo a su espalda uno de los moteros, mientras se acercaba a la barra y sacaba del bolsillo un par de billetes.- Nosotros pagamos su consumición. Lo que haga falta por la protectora de esta ciudad.

Amy miró al tipo de reojo. Era un hombre alto y corpulento, de unos cuarenta y cinco años, con una poblada barba pelirroja. Llevaba unos pantalones tejanos y una camiseta negra ajustada. No pasó desapercibida a la chica la cartuchera con un revólver que llevaba en el cinturón.

- ¿Una mala noche combatiendo el crimen?- Dijo otro hombre sentándose a su lado, el tipo rondaría los cuarenta años y vestía pantalones de cuero y una camiseta de tirantes, tenía el pelo oscuro y corto.

Un rincón de la mente de Amy asimiló el revólver del primer hombre y el enorme cuchillo que llevaba ese segundo. “¡Peligro!” le gritó su consciencia nublada por el alcohol.

- ¿Algún problema?- Balbuceó ella, aunque a oídos de los moteros su frase sonó más bien como “¿agggun prrrogggema?” a medida que el tequila iba subiendo a su cabeza.

La chica se levantó del taburete y empujó al de la barba pelirroja, aunque más bien podría decirse que se empujó a si misma. El tipo no se movió un centímetro y en cambio ella trastabilló un par de pasos hacia atrás. Y hubiera caído despatarrada en el suelo de no ser porque unos fuertes brazos la agarraron.

- Tranquila, pantera.- Dijo una fuerte voz a su espalda. Amy se giró para ver a un hombre alto con el pelo largo y castaño recogido en una coleta.- Sólo hemos venido a pasarlo bien.

- Lo mismo que tu, supongo.- Dijo el del pelo corto y cuchillo en el cinto.

- Podría pegaros una paliza a todos.- Dijo la ninja, aunque ellos escucharon algo como “poddddia peggagos uba paddiza a todod”.- Yo de vosotros tendría cuidado conmigo.

- Por supuesto que sí, fierecilla.- Dijo el tipo de la coleta, agarrándola por los hombros, sentándola en la mesa de billar.- Aunque yo de ti tendría cuidado con esos pies, no vayas a tropezar.

- ¿Esas armas están cargadas?- Dijo Amy refiriéndose a la pistola que sobresalía del bolsillo del tipo de la coleta, aunque su mirada, más que en el arma, estaba centrada en su abultada entrepierna.

- Cargadas y listas para disparar.- Dijo el tipo acariciando a Amy por el mentón.- Así que yo de ti, tendría cuidado. Somos tipos peligrosos.

- Ni entre los cuatro, podríais conmigo.- Replicó ella con un tono lascivo mientras el cuarto hombre, que hasta ahora se había limitado a ...