1. Soy la puta de un niño de 16


    Fecha: 27/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: EvanImperio, Fuente: SexoSinTabues30

    Era un día normal en casa, yo trabajaba desde casa por lo que no salía mucho, de ves en cuando invitaba a chicos a mi departamento así que mis vecinos estaban al tanto de mi vida sexual porque yo no era discreto y ellos son realmente chismosos. Pero como no me metía con ellos y no me importa lo que piensen o hablen pues da igual. El chico llegó tocando a mi puerta, media 1.70 delgado pero con abdomen y buenos brazos, piel morena dorada por el sol, unos hermosos ojos verdes, cabello negro realmente corto y unos labios ricos y carnosos. Era bastante atractivo sin ser modelo de revista, tenía ese dejo de chico lindo de barrio.
    
    Me sonrió con sus dientes blancos que contrataban perfectamente con su tono de piel —hola, soy Julio tu vecino del 303— era el piso de abajo y frente a mi casa, por los he podía ver su entrada y obviamente el la mía —mucho gusto yo soy Gabriel— tenía la sonrisa más encantadora del mundo —lo sé, oye vecino vi que te compraste una Switch, me preguntaba… Puedo jugar contigo— traía un control en su mano derecha y una tarjeta de Mortal Combat, me sorprendió que supiera lo de la consola y por un segundo me preocupó, pero la verdad tenía una obvia debilidad por este chico, en short azul, playera sin mangas blanca y tenis negros altos —pasa— le dije con una sonrisa. Tome la Switch le pedí la tarjeta del juego y la inserte en la consola, nos sentamos en el sillón uno al lado del otro, configuramos su control y nos pusimos a jugar.
    
    Yo soy pésimo en los juegos de pelea, así que el me daba unas grandes palizas, luego jugamos un rato como parte del mismo equipo y empezó a darme clases. Cada vez que tomaba mi mano para enseñarme un combo o algo me temblaba el corazón. Por la cercanía podía oler un dejo de desodorante axe mezclado con el aroma adolescente, pero pues no pensaba en que pasará de verlo y jugar un rato. Y así fue esa tarde. Tras jugar un par de horas regreso a su departamento. Debo admitir que esa tarde me la jalé pensando en él. Pensé también que sería la única vez que lo vería porque pues imaginé que es súper aburrido jugar con alguien que siempre pierde, pero me equivocaba, el chico regreso casi cada tarde y cuando no podía jugábamos online ya que la cercanía permitía conectar las consolas a la misma red.
    
    Paso un mes de estás tardes en juego, cada vez más largas, hasta que un día llegó en un short bastante holgado, yo lo miraba discretamente, según yo y en esa tarde si que se le notaba un buen bulto para su edad, cuando se sentaba. Creo que lo vi tanto que me dijo —te gusta mi short, pruebatelo— y sin más ahí como si nada se quitó la prenda, de inmediato mis ojos pasaron su bulto cubierto sólo por un slip naranja intenso que combinaba caso perfecto con su piel bronceada. Me extendió la mano con la prenda en hice ademán de ir a la recámara a cambiarme, pero me detuvo —aquí hazlo, que no pasa nada— sonreía pícaramente, balbusee un po o víctima de los nervios —yo… Este… No traigo nada abajo— dije señalando el short ...
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