1. Isolda y yo, Cleo (Parte I)


    Fecha: 23/03/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Amorclandestino, Fuente: CuentoRelatos

    ... escocesa, esas botas altas de cuero, plataforma y tacón y un jersey o un polo de manga corta negro, con un estilo como de colegiala de estilo alternativo, pero si lleva es muy ocasionalmente. Normalmente se la ve con sus pantalones tejanos, su sudadera, jersey o camisa normalmente negras (o si no de otros colores oscuros) y sus botas de cuero, plataforma y tacón. Tampoco se suele maquillar. Y para mí mejor, una mujer es mucho más hermosa por su belleza natural. Me ha enseñado fotos de cuando era más joven y la verdad es que tenía un estilo aún más rudo, con muchas camisas de grupos de heavy metal, punk, Oí!..., cadenas, collares y pulseras con pinchos, algún que otro piercing que entonces llevaba, haciendo sus tatuajes más visibles... Lleva un par tatuajes (que por razones obvias debe disimularlos lo máximo posible): uno de una telaraña en el codo del brazo izquierdo y otro bastante grande que lleva en la espalda de su nombre escrito en letras góticas. Isolda... Precioso nombre de origen germánico que significa «guerrera fuerte y dominante». La verdad es que su nombre va muy de la mano con su personalidad. Cuando me lo enseñó quedé fascinada, me encantó. Es mi tatuaje suyo favorito. Por lo que me ha contado entre lágrimas, no tuvo una infancia ni una adolescencia fáciles, llenas de abuso psicólogo por parte de sus compañeros de clase y además fue adoptada a los siete años de edad, ya que procedía de una familia biológica disfuncional y de la cual también sufrió abusos, físicos y psicológicos. Eso la hizo endurecerse, empezando por su apariencia y en transmitir una imagen fría. Aunque detrás de esa aparente dureza y frialdad hay una mujer realmente muy sensible que ha sufrido mucho y que siempre ha luchado día a día para llegar a ser la persona que es hoy. Obviamente, por su carrera y su trabajo, con los años ha tenido que modificar su aspecto para guardar las apariencias y mostrar toda la discreción posible, pero en el fondo es algo que sigue amando y llevando muy dentro.
    
    Tengo visita con ella en un piso personal de consultas que tiene compaginando sanidad privada con sanidad pública para así remediar el colapso de la pública (algo muy propio en este país, por suerte o por desgracia). Soy su última paciente, por lo tanto, ya no hay nadie más esperando. Es una fría tarde de un viernes de invierno. El cielo oscurece ya acaecido el ocaso. Miro el cielo mientras camino por la calle. Se avecina noche de luna llena. De una grande y hermosa luna llena. Miro la luna y pienso en ella. Camino lentamente por la calle. Tengo un sentimiento de felicidad, emoción y ansias por volver a verla. Ha pasado un poco de tiempo desde mi última visita con ella y la he echado tanto de menos... A pesar de ello, algunas veces durante este tiempo hemos hablado por e-mail sobre mi estado de salud (sin nada más allá de eso porque es una muy buena profesional). Aunque cuando me habla desde su correo o teléfono personales, ya fuera de su trabajo, me pregunta qué tal estoy en ...
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