1. Fóllame tierno-¡Montañas de nata montada!


    Fecha: 22/03/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Zorro Blanco, Fuente: TodoRelatos

    Aquella tarde la Sra. Moon cogió la camioneta familiar y se desplazó al pueblo a hacer algunas compras de provisiones que necesitaban. No se desplazaban muy a menudo pero de vez en cuando necesitaban abastecerse pues eran muchas las bocas que alimentar.
    
    De modo que al terminar decidió pasarse por la heladería de la Sra. Swede para tomar un helado y de paso charlar con su nueva amiga. Pues ya el dia que se conocieron hicieron buenas migas, como si se hubiesen conocido de toda la vida, con un grado de familiaridad que pocas veces es encontrado en personas que acabamos de conocer, aunque no por ser raro no nos pasa, aunque sea de tarde en tarde.
    
    –¡Hola querida! –dijo la Sra. Swede acercándose a saludarla con la mano.
    
    –¡Hola querida! –contestó la Sra. Moon–. Estaba haciendo algunas compras y me he sentido acalorada por lo que me he dicho, ¿por qué no me tomo un helado para refrescarme? –y sonrió afablemente.
    
    –¡Estupendo siéntate! –dijo la Sra. Swede–. ¿Qué copa quieres que te prepare?
    
    –¡Ah pues no sé, sorpréndeme! –dijo la Sra. Moon sonriéndole de nuevo.
    
    –¿Te gusta la nata?
    
    –¡Me encanta! –replicó Josephine.
    
    –Pues te pondré una copa de helado, ¡con montañas de nata!
    
    –¡Perfecto! –dijo la Sra. Moon.
    
    Puma se fue tras la barra y puso tres bolas de helado en una gran copa, luego sacó la un bote de nata del frigorífico y agitándolo lo invirtió y creó tres montañitas de nata, sobre las cuales coronó tres cerezas rojas y por último derramó caramelo y chocolate por todas partes, junto a algunas virutas de colores. El resultado fue, ¡espectacular! Tan colorido como apetitoso.
    
    –¡Oh qué montón de helado querida, no sé si podré con tanto! –dijo la Sra. Moon.
    
    –¡Tranquila! Con paciencia estoy segura de que acabarás con todo –rio la Sra. Swede.
    
    –Si quieres tomar una cuchara y ayudarme te lo agradeceré, que una también debe cuidarse un poquito –dijo la Sra. Moon.
    
    –Está bien puesto que esta todo tranquilo me puedo sentar contigo un ratito y compartir helado y confidencias –rio la Sra. Swede.
    
    De modo que comenzaron a cotillear un poco acerca del pueblo. Algo que le venía bien a la recién llegada, por conocer los entresijos de las complejas relaciones vecinales que se establecían en un pueblo pequeño, sobre todo quienes eran amigos y quienes enemigos, pues ella debía lidiar con todos y con tacto para que su negocio floreciera en aquella pequeña localidad.
    
    –Verás Puma, me pregunto cómo te va con tu vida actual de divorciada, quiero decir, estoy segura de que te va mejor, pero en lo sentimental, ¿qué tal?
    
    –¡Oh hija, pues de momento los hombres mejor a siete leguas! –exclamó ella soltando una gran carcajada.
    
    –¡Oh Puma! Pero algún rollete habrás tenido, ¿no?
    
    Entonces la Sra. Swede se le acercó y le hizo una confesión,
    
    –Mira tengo un amante de goma y eso es todo lo que una buena mujer necesita para tener una gran fiesta, ¿me entiendes?
    
    –¡Ah si! –dijo una risueña y escandalizada Sra. Moon.
    
    –¡Ya lo creo hija! –de ...
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