1. No sombras de gris, sino mas negro que la noche.


    Fecha: 19/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Sandra Rosalia, Fuente: TodoRelatos

    ... en su garganta cuando la sirvienta se la mamaba casi siendo asfixiada por la brutalidad del individuo.
    
    En otras ocasiones, cuando la poseía por el ano, se la extraía eyaculando entre sus preciosas nalgas y tambien le gustaba depositarlos muy dentro de su intestino y cuando eso hacía, le señalaba arrogante:
    
    - Pa que cuando vaya al baño mija…se acuerde de mi cuando los arroje en la tasa del sanitario…
    
    Le gustaba colocarla en cuatro y cabalgarla sentándose al revés sobre sus espaldas, mientras le iba introduciendo un enorme pene de goma por el trasero; llevando ella otro vibrador clavado por enfrente y el amo Ponciano latigueándola.
    
    Al inmenso oso pardo, le encantaba que la bella jovencita sumisa, le dijera mientras le introducía objetos por el ano, o su propia macana que:
    
    - Siento que me voy a cagar…
    
    Dándole el hombre más rápido por el trasero y azotándola fuertemente con sus grandes manos o con implementos de tortura, esperando que en realidad se defecara la dulce sirvienta.
    
    Pero a pesar de su aparente control sobre la joven, el hombre cada vez se sentía más dependiente de ella y cuando salía de viaje de trabajo (era un ejecutivo representante medico), trataba de regresarse de inmediato para estar con la joven y cuando no le era posible, le pedía bajara al sótano para verse por cámara y hacerla que llevara a cabo cosas de masoquismo y sumisión de acuerdo con las órdenes del amo Ponciano estando lejos.
    
    Dentro de un guardarropa que el amo Ponciano mantenía oculto para la joven en el sótano, había diversos atuendos; sin faltar las obligadas medias y ligueros y bragas de diferentes tipos y colores; había los tradicionales trajes de colegiala, de sirvienta, pero tambien de monja; de enfermera, mujer policía y otros.
    
    Los golpes del amo Ponciano cada vez iban en aumento, dejando de vez en cuando a la joven con magulladuras y marcas de los cintos en partes del cuerpo en donde regularmente jamás lo hacía; como cierta vez, cuando ella resultara con un cintarazo supuestamente accidental en el rostro que la esposa de este hombre lo notó, preguntándole a la sirvienta acerca del origen de aquella marca.
    
    Ella, le contó a la patrona una historia por demás inverosímil, pero que satisfizo la curiosidad de la patrona por encontrarse en un estado continuamente dopado de parte del esposo, para que le permitiera realizar con mayor libertad sus fechorías.
    
    La sirvienta sumisa cada vez temía más al oso pardo y así se lo hacía notar a este, quien respondía:
    
    - Por favor no seas ridícula…solo se trata solo de un juego.
    
    Cierta vez, ella lo amenazo con irse de la casa y entonces el hombre le bajo de tono a sus golpes y azotes. Varias veces la había golpeado con el puño en diferentes partes de sus bellos muslos y brazos; dejando extensos moretones violáceos que ella ya no disfrutaba como con el castigo moderado de un principio.
    
    Ella asistía a la universidad por las noches en donde estudiaba leyes, por lo cual ocupaba aquel trabajo, pero ...
«1234...»