1. Una vida peculiar (Capítulo final)


    Fecha: 17/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Rubir, Fuente: TodoRelatos

    ... muy estirados y esperaba que no se diesen de sí. Y, por último, tenía el ano completamente irritado de tener el plumero tanto tiempo dentro, además, me caí de culo una vez porque no pude mantener el equilibrio, lo que provocó que el mango se clavase un poco más dentro y un dolor horrible que recorrió toda mi espina dorsal.
    
    Acabé lo que me quedaba de limpieza al momento que escuchaba como se cerraban las puertas del coche de mis amos. Las esclavas me llevaron hasta la entrada y me pusieron con la cabeza gacha de frente a la puerta, mientras ellas se colocaban a mi lado. Escuché cómo se abrió la puerta seguida de una orden, era mi amo:
    
    -Perras, quitadle las cosas a la puta, quiero follarla.
    
    -Enseguida señor, bienvenido a la casa de nuestra ama- dijeron las dos al unísono mientras se dirigían a mí y me quitaban todos los accesorios.
    
    En cuanto estuve “libre” otra vez, mi amo me agarró del pelo y me arrastró hasta la mesa del comedor, donde me subió de un empujón y sin más miramientos me clavó hasta el fondo su polla en el coño. Llevaba mucho tiempo sin sentir algo así, por lo que en cuanto lo noté, solté un gemido. Gracias a eso conseguí una palmada muy fuerte en mi culo.
    
    -¿Quién eres para gemir, puta? No sabes lo que te espera, nos han dicho que te has portado muy mal y no has parado de llorar- dijo mi ama desde atrás.
    
    El ritmo de la follada no bajaba, mientras seguía penetrada vi como mi ama y la señora se sentaban a la mesa a comer de lo más tranquilas, como si fuese muy normal que una persona fuese brutalmente follada en la misma mesa en la que ellas estaban comiendo.
    
    -Tenemos planes para ti, puta. Por ahora vamos a comer y tú le comerás el coño a las perras como agradecimiento de que se hayan encargado de ti durante estos días. Después nos iremos a casa y seguirás con tu vida normal. Vamos.
    
    Me dijo mientras se corría en mi coño, echaba de menos la sensación de sentir el coño lleno del semen de mi amo. Se salió de mí y me dio un azote en el culo, me bajé de la mesa para aproximarme a las esclavas. En cuanto vieron que me aproximaba abrieron las piernas. Metí la cabeza entre las piernas de la primera perra. En cuanto estuve colocada, la perra cerró las piernas dejando mi cabeza entre ellas, saqué la lengua y la introduje entre los dos labios recorriendo toda su extensión. La expresión de la perra no cambió para nada, siguió con ese gesto impasible sin notar nada, o al menos sin mostrarlo.
    
    Pasó un rato en el que en la sala solo se escuchaban las voces y las risas de mis amos y la señora mientras seguía lamiendo ese coño.
    
    -Córrete- dijo la señora sin mirar a la perra.
    
    La perra siguió con ese gesto impasible, pero de su coño empezó a surgir ese flujo tan característico de una corrida. Fue impresionante como la postura de la perra no cambió en absoluto. Acabé de limpiar toda la corrida de su coño.
    
    -Puta, ve con la siguiente- me dijo mi amo.
    
    La charla en la mesa continuó todo el tiempo que yo estuve lamiendo el ...
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