1. Isolda y yo (Parte II): Punto de vista de Isolda


    Fecha: 05/03/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Amorclandestino, Fuente: CuentoRelatos

    ... Durante esos días me hablaba mucho de sus planes de futuro. Que quería trabajar de lo que había estudiado, sí. Pero donde ella se sentía cómoda. También hablábamos mucho de nuestros puntos de vista sobre la vida, los sentimientos y el mundo, de política, de como está nuestra sociedad planeando una posible revuelta contra este mundo moderno tan deshumanizado, hipersexualizado, privado de sentimientos auténticos e influido por un neoliberalismo salvaje e ideologías que lo único que buscan es enfrentar y dividir la sociedad y la clase obrera en sí (salimos «rojipardas» las dos, sí), de nuestras vidas pasadas más remotas (especialmente le conté todo lo que sufrí en mi infancia y adolescencia, a lo que ella terminó abrazándome llorando conmovida y yo acabé derramando todas las lágrimas que contuve con todas mis fuerzas mientras se lo contaba), de los viajes de cada una en Francia (tanto ella como yo), Italia (yo), Alemania (yo, ya que es mi país natal, realmente soy alemana, mi indeseable familia biológica es de allí y nos trasladamos a vivir en España siendo yo muy pequeña), Inglaterra (yo), Polonia (ella) o Grecia (tanto ella como yo), de mi gran deseo de poder viajar a Escandinavia y a Escocia, traduciéndole al alemán palabras y frases que me pedía (ya que obviamente es mi lengua natal)... Entre muchas más otras cosas nuestras.
    
    Yo fui notando cierta atracción y sentimientos hacia mí por parte de ella, incluso antes de que me hablara de su orientación sexual y de su clara preferencia hacia las mujeres. Esperaba que no fuera una percepción falsa porque cuando estás muy enamorado de una persona y no sabes a ciencia cierta si ésta te corresponde te sueles ilusionar mucho y confundir las cosas. Aunque después de que ella me contara lo que le pasó con la mujer de la que estuvo enamorada y me enseñara unas fotos suyas en cierta red social quedé asombrada, se trataba de una mujer físicamente muy parecida a mí salvo en los ojos y el color del cabello, pero en el resto (altura, cuerpo, melena, sonrisa, porte...) muy parecida. Fue a partir de entonces cuando pensé «pues quizás sí». Sus discretas miradas de deseo hacia mí con las mejillas sonrojadas, sobre todo centradas en reseguir cada milímetro de mi cabello negro, de mi cuerpo especialmente de mis piernas con las botas altas de cuero, plataforma y tacón puestas... Parecía que me devoraba con la mirada, con esa mirada de pedirme a gritos «hazme tuya», aunque no lo verbalizara... Algunas veces la sorprendía mirándome de esa manera y cuando nuestras miradas se acababan encontrando, acabábamos las dos sonrojadas... También su amplia sonrisa cuando me saluda mirándome fijamente a los ojos, su dulce tono de voz al dirigirse a mí... Cuando me decía (y aún me sigue recordando a día de hoy) que nunca había tenido una médico tan atenta y bondadosa como yo, que le transmito mucha paz y protección y que no le alcanza una vida para agradecerme todo lo que he hecho por ella... Más de una vez me llegó a decir «eres mi ...
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