1. Mi sobrina y su prima del pueblo 1


    Fecha: 04/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: CacharroLoco, Fuente: TodoRelatos

    ... pasaba el polvo. Apareció Claudia madre y me dijo:
    
    - ¿Tienes muy lejos el mercado?
    
    -No, a dos calles, le conteste haciéndoseme la boca agua.
    
    -Vamos, que hoy comes potaje.
    
    Y nos fuimos al mercado.
    
    Al volver ya habían traído el escritorio y la cama plegable y se la montaban a las chicas en su habitación.
    
    -Mama, nos hace falta otro armario- le dijo Claudia a su madre.
    
    -Y un espejo- añadió Esther.
    
    -Te paso el link de la tienda y pedís lo que os haga falta- les dije.
    
    -Nosotros estamos ocupados con una cosa muy importante- les dije llevándome a la madre a la cocina.
    
    Claudia madre resulto ser una pájara de cuidado, ya nos habíamos puesto al día de nuestras vidas, e incluso me había confesado que desde que pillo a su marido con otra y se divorció, se follaba a todo el que le gustaba, sin importarle el que dirían. Era la típica que te agarra cuando habla, y se te roza sin pudor. Casi la pongo a chupármela en el ascensor. La pobre lo pedía a gritos. En la cocina a la media hora ya sabía cómo tenía las tetas y el culo de duros. Se pegaba a mí en cuanto tenía ocasión.
    
    Se fueron los operarios y les di una buena propina por aguantar a las dos cotorras y sus cambios de opinión de donde poner el escritorio.
    
    A la hora de comer, les grito Claudia madre y enseguida aparecieron. Pero había algo en la mirada de Esther, que había cambiado. Me miraba con descaro. Pensé que Claudia le había contado lo mío con mi sobrina, y se había puesto cachonda. Ya lo vería.
    
    Ocupemos el resto de mi mesa y “por casualidad” Claudia madre, quedo mu pegada a mí, y Esther al otro lado. Comí como un cosaco, alabando su buena mano en la cocina, y deseando que llegara el sábado. Reían y las chicas se deshacían del tocino, la oreja y todo lo que no querían, dejándolo en mi plato. Me puse las botas, ya hacia semanas que no comía de cuchara, y bien hecho. Lleguemos a los cafés y las copas.
    
    Claudia madre las manejaba con firmeza y la obedecían sin rechistar y al momento. Nosotros charlábamos y ya no me soltaba el brazo, pegándolo a su pecho. Después de dos copas de brandy me empezó a mirar con hambre de polla y se reía por todo. Se fue al baño y enseguida las chicas me advirtieron:
    
    -Cuidado que mi madre te viola con nosotras delante- me dijo su hija riendo.
    
    -Si, si, en la última fiesta de mi pueblo se encamo con dos la misma noche entre los nogales. - me dijo Esther.
    
    -Madre mía- dije haciéndome el tonto.
    
    -Mejor que te salgas de su lado. Tiene las manos muy largas- añadió su hija.
    
    Miré mi móvil y dije:
    
    -Me voy a por tu prima que llego tarde.
    
    Y me fui escuchándolas reírse a carcajadas.
    
    Baje al parquin y le mire los niveles al coche, asombrado por el descaro de la pueblerina. Si me llego a quedar se mete debajo de la mesa y me la chupa sin vergüenza, pensé riendo.
    
    Estuve escuchando música en el coche hasta que llegó la hora de ir a por mis dos gacelas, y mi polla salto alegre.
    
    Saltaron al coche con alegría y me besaron a la vez ...
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