1. Historia de la belleza del nudo


    Fecha: 22/02/2024, Categorías: Fetichismo Zoofilia Autor: MartinReisa, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Sin el perro, el éxito en la caza hubiera sido radicalmente otra (y hubiera retrasado en miles de años su progreso). Este hecho ha ayudado al humano en su derrotero como especie, y en el tránsito a animal civilizado.
    
    Desde la domesticación histórica, la progresión de la cooperación entre humanos y perros se nos muestra como certeza. El hábitat común determina el habitus social, por un lado; y el habitus entre los cuerpos, por otro. La convivencia estrecha, íntima; cuando el perro que vive afuera de la casa pasa a vivir adentro de la casa, en torno al fuego familiar; determina la variable de los cuerpos que se cambian mutuamente debido a esa misma convivencia. En este caso el cuerpo de la hembra humana y el cuerpo del canino se juntan en una práctica sexual que está lejos de ser circunstancial, sino que es un hábito permanente. ¿Hasta qué punto una práctica circunstancial –al principio hostil, dura, luego suavizada– que se vuelve hábito determina cambios en la conducta que a su vez provoca cambios en los cuerpos? En la intimidad, el hábito común y repetitivo se vuelve habitus entre los cuerpos.Sin duda, en esta práctica los cuerpos se modifican y reconfiguran mutuamente.
    
    La confluencia entre vagina (humana) y nudo (animal) sostenida en el tiempo ha permitido la adaptación entre ambos órganos. Del proceso surge un acoplamiento natural debido a la práctica sistemática que se ha vuelto permanente en generaciones. La práctica sostenida ha hecho posible la adaptación, y la adaptación ha sido creada por la práctica perdurable. Así, nudo y vagina se han ajustado a la perfección, y esto no es ocioso pensarlo de esta manera, debido a la convivencia histórica y al proceso natural de roce de una especie con otra. Es evidencia del tiempo y de la domesticación a través de las diferentes etapas de esa evolución a nuevo ser. Esto también indica algo notable, que hoy como hace miles de años la bestialidad se mantiene incólume.
    
    Estas venus antiquísimas nos traen el recuerdo de las venus de la cultura griega que todos conocemos. Salta a la memoria la más extensamente reconocida, la Afrodita de Milo, o más conocida como Venus de Milo. Afrodita es su nombre en la mitología griega, y en su continuidad en la mitología romana pasa a llamarse Venus. No por nada Afrodita es la diosa griega de la belleza y el amor erótico. Y conjugando a éstos, hablamos del sexo a todos los niveles posibles, y de la pleitesía de la carne inmaculada e inmortal. Por eso la diosa opera en la belleza que exhala el sensualismo erótico, y no el amor romántico; es pura y simplemente la carne que atrae a la carne. Diosa que estuvo en mil batallas, del amor y de la guerra, y que eminentemente propiciaba el bestialismo en todas sus formas. Como zoológicos, debemos a esta diosa reverencia absoluta.
    
    La escultura griega ha reproducido cada centímetro del cuerpo humano de forma magistral, y los pechos y las caderas de las venus hasta lo sublime. Este es el ideal de la belleza apolínea que se ...
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