1. Historia de la belleza del nudo


    Fecha: 22/02/2024, Categorías: Fetichismo Zoofilia Autor: MartinReisa, Fuente: SexoSinTabues30

    ... piensa en el ser humano, el homo sapiens, como un ser ya estancado, que llegó a la cumbre de su realización y que ya no va a seguir teniendo cambios. Por supuesto que esto no es así, sino todo lo contrario, los cambios de las especies son permanentes y sólo son visibles en millones de años. El cambio es un elemento constitutivo de todos los seres vivos, a pesar que los organismos siempre se presentan como iguales a sí mismos en el tiempo, por detrás de sus naturalezas opera el cambio invariablemente.
    
    Hasta hace pocas décadas se creía que el perro tenía más o menos la edad de la agricultura, unos 10.000 años; y que el Cercano Oriente era su cuna, como lo fue de los primeros cultivos en la Mesopotamia, donde aparece primero la agricultura, el pastoreo, y por ellos la civilización. Sin embargo las nuevas evidencias demuestran que esto no es así. En los albores de la nueva especie, en los albores de ese primer anudamiento, ¿cómo se anudó ese primer nudo?, ¿cómo se ató ese anudar primigenio, aquel atarse primordial?
    
    III El paradigma de las caderas
    
    Venus de Willendorf (frente y espalda). Y escultura griega Venus agachada. Ejemplos de la evolución de las caderas.
    
    La Venus de Willendorf y la Venus de Moravany son dos reliquias históricas (datadas entre los años 27.500 y 25.000 a. C.; y los 22,800 a. C., respectivamente). Representan la evidencia material que podemos tener en cuenta para seguir en paralelo la evolución de la especie humana, o al menos en un período concreto. Si bien son dos estatuillas creadas por el hombre, podemosleer en ellas indicios de la evolución y transformación del cuerpo femenino. Según los especialistas, un hecho notable en esas piezas escultóricas son los pechos y las caderas grandes que indican fertilidad. La fertilidad es salud, es procreación y sobre todo es sexo en todas sus dimensiones.
    
    Aquí confluyen, en esa evolución y proyecto natural, el humano y el nuevo ser domesticado a la par; tomados ambos como un solo proyecto evolutivo. Me gusta pensar en estas venus como la evidencia tangible de un secreto. Hay muchos secretos en esta evolución, y uno de ellos es evidente para nosotros, un mensaje de la naturaleza cifrado en clave y entregado para aquellos que lo sepan leer; éste es: son caderas diseñadas anatómicamente para atar al nudo. Del mismo modo que hay una evolución humana y una animal, como especies separadas, también la hay como especies que conviven y que influyen una en la otra en ese progreso, y en los cambios mutuos que se ocasionan. Y con evolución me refiero a los cambios en los cuerpos producidos por los nuevos hábitos; de trabajo, de sustento (caza), de desplazamiento, de alimentación, etc., y por supuesto, de sexo. Humanos y perros se han acompañado mutuamente en el proceso a la civilización, y esa compañía modificó a ambas especies. Sin el perro el humano no sería lo que hoy es. Y sin el humano el perro no sería el animal que es y ha llegado a ser. Piénsese solamente en un hecho, la caza. ...
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