1. Historia de la belleza del nudo


    Fecha: 22/02/2024, Categorías: Fetichismo Zoofilia Autor: MartinReisa, Fuente: SexoSinTabues30

    ... conocemos. Esa constitución puramente anatómica se realizó tanto adentro de una hembra humana como adentro de una hembra de su especie. El nudo se hizo nudo adentro de las vaginas anudadas, y éstas fueron igualmente animales y humanas. Estamos ante los albores del nudo, sobre cómo evolucionó y cómo cambió para ajustarse plenamente a las vulvas de ambas hembras.
    
    Si el nudo se adaptó, se acomodó y se fijó en su constitución física estando adentro –y de tanto estar adentro de ambas–, significa que el bestialismo siempre fue una práctica constitutiva del género humano y no una práctica residual ni antinatural como se pretende hacer creer. Esto es lo bello de pensar la historia y la belleza del nudo.
    
    Ortega y Gasset (2017) decía que el hombre no tiene naturaleza, tiene historia. Para entender nuestro bestialismo de hoy tenemos que entender nuestra historia. Con esta teoría del acople histórico entre nudo y órgano humano, queremos proponer una antropología del bestialismo, como un producto genuino, natural y esencialmente humano. La etnografía nos informa que en innumerables pueblos y culturas el sexo es un arte. Por sus características particulares, el sexo bestial es un arte exquisito, practicado en todos los pueblos y en todas las culturas sin excepción. La antropología de Ernst Cassirer (2007) nos habla de los productos naturales del hombre: mito y religión, historia, ciencia, lenguaje, arte. El bestialismo también es un producto natural de lo humano, una manifestación cultural auténtica y prodigiosa; y al igual que esos otros productos, pertenece al universo simbólico de todo lo que constituye lo humano. Zoofilia y bestialismo como prácticas cotidianas son legítimos productos naturalizados de lo humano, de lo demasiado humano.
    
    Desde el fondo de los tiempos un hilo tenue y común nos ata, ésta es la evocadora cadena de nudos que nos ata y reata de generación en generación; es la continuidad de los lazos adquiridos en el pasado que hoy podemos seguir gozando. Me gusta pensar que una dama que hoy es miembro de la Comunidad de ArtOfZoo, que mira, lee y navega por el sitio, y que luego juega y se ata; es la misma dama que en una cueva al lado del fuego se ató a un ser recientemente domesticado; y es la misma dama que en la antigüedad clásica griega, en el gineceo –la habitación de las mujeres– también se ató, sola y junto a otras; y en la Edad Media, en todos los rincones de la vieja Europa, es la misma dama que también se ató; y en todos los siglos iluminados por las distintas luces, sin que importe religión ni razón, es la misma dama que se ató también; y será la misma dama que en el futuro, sin importar edades ni barreras, seguirá atándose gustosa y existencialmente.
    
    Ese hilo lo sentimos vibrar adentro, es nuestra melodía dionisíaca. Toda dama que hoy se anuda viene atada por ese hilo que hizo posible el primer nudo atado a la primera flor humana. Aquel anudamiento primordial.
    
    Cuando el arma se desenfunda, la flor abre sus ...