1. Historia de la belleza del nudo


    Fecha: 22/02/2024, Categorías: Fetichismo Zoofilia Autor: MartinReisa, Fuente: SexoSinTabues30

    ... procuran.
    
    El recorrido de su adaptación modifica cráneos y cerebros, ahora más pequeños;y como decíamos, debido a la nueva dieta producto de la convivencia, los dientes y las mandíbulas también se reducen. Esto provoca cambios en la musculatura. La fuerza más propia de lo salvaje es puesta en jaque. La nueva alimentación modifica el aparato digestivo, y a su vez conlleva una serie de otras modificaciones, pulmones, corazón, etc., y llega hasta los genitales que también se readaptan. Al cambiar sus costumbres alimenticias, la apariencia física se vio modificada. Estos cambios son proporcionales a los cambios en los músculos de las extremidades, que ahora son menores. Las orejas perdieron rigidez y las garras se hicieron más pequeñas. Los sentidos del olfato, del oído y de la vista se transforman y reconfiguran de lo bravo a lo dócil; y sin perder sus cualidades innatas se modifican para las nuevas funciones, y se readaptaron para la caza ya no salvaje sino al lado del hombre; es decir, se redirigieron hacia las nuevas tareas. Los cambios físicos generan cambios conductuales. Toda la agresividad salvaje queda escindida y perdida, y esto hace que la convivencia con los humanos sea posible y se haga realidad.
    
    ¿Cómo podemos llevar a cabo una anatomía comparada de ambos genitales en el mismo inicio de ese nuevo ser? Imposible. ¿Sólo la praxis permanente del coito ha podido estabilizar a los dos órganos de una manera funcional?
    
    Podemos decir, con Jakob von Uexküll (2016), que cada ser viviente por pequeño o grande que sea, cada organismo, cada órgano se halla adaptado y coordinado a su ambiente. Su estructura anatómica está determinada por un sistema “receptor” y un sistema “efector”. El organismo u órgano sobrevive por la cooperación y equilibrio de estos dos sistemas. El receptor que recibe los estímulos externos y el efector que reacciona ante esos mismos estímulos y produce respuestas, y por el cual se modifica, adapta y readapta; juntos son eslabones de una misma cadena, y Uexküll lo llama “círculo funcional”.
    
    No es posible describir el estado momentáneo de un órgano sin tomar en consideración su historia y formación funcional, y sin referirla a un estado futuro con respecto al cual el presente es meramente un punto de su pasado formativo. El círculo funcional crea la memoria del órgano, y se perpetúa en la herencia. Así como el órgano tiene necesidades, también tiene satisfacciones a esas necesidades, las cubre y las sobrepasa.
    
    En la función del órgano, la memoria y la herencia son dos aspectos entrelazados. Todo estímulo que actúa en un órgano, deja en él una huella, un rastro fisiológico definido; y las futuras acciones del órgano dependen de la cadena de estas huellas, de su memoria, del complejo de huellas en conexión, y del mandato debido a la herencia. La memoria del órgano es su función de repetirse como órgano en sus funciones; así, conserva las huellas de sus anteriores experiencias, y estas huellas tienen su función ...
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