1. Las amigas de Ana. Vacaciones con Carol. Parte 4


    Fecha: 16/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Escribidor, Fuente: TodoRelatos

    ... mi esposa estarán a la vista de todos esperando tus cumplidos –luego miré a su hijo–. Y, Javier, ¿verdad? Dile a tu madre que la próxima vez que se folle a tu amigo te invite también a mirar, seguro que a él no le importa, lo más bonito de la amistad es compartir. Pero traeros también al socorrista, Guarralupe agradecerá tener esa polla a su disposición.
    
    No sé por qué hice eso, pero de pronto recordé a Carol en los vestuarios con los tres chicos y pensé que Guarralupe agradecería también ese trato.
    
    Cuando volvimos a nuestro apartamento escribí a Ana. «Espero que no te moleste, pero lo de follarme a una tía delante de su marido me parecía poca cosa, así que preferí hacerlo también delante de su hijo». Ana me llamó inmediatamente y me exigió que le contase con todo lujo de detalles lo que había pasado. Esa semana estaba dando mucho de sí, y pensé que si tenía que contarle todo a la vuelta, sería mejor ir adelantando trabajo, así que puse el manos libres y entre Carol y yo le contamos todo lo que había pasado, tanto dentro de esa casa, como en la terraza.
    
    El relato terminó por calentarnos, así que la llamada se convirtió en video llamada, y Carol y yo acabamos follado mientras Ana se masturbaba al otro lado del teléfono.
    
    Esa tarde, por motivos obvios, no bajamos a la piscina, pero sí lo hicimos al día siguiente. Guarralupe y su marido estaban ya allí, y nosotros pusimos nuestras toallas junto a las suyas. Carol enseguida se quedó en topless, y los dos miramos expectantes a la rubia. Un matrimonio de la urbanización de unos sesenta años estaba peligrosamente cerca, y pudieron oír claramente como Guarralupe decía, muerta de vergüenza:
    
    –Carol, tienes las tetas más bonitas del mundo…
    
    Eso dejó boquiabiertos al matrimonio vecino, acostumbrados como estaban a ver a la rubia como guardiana de la moral. La norma de no hacer topless, por lo visto, la había impuesto la propia Guarralupe, pues a nadie más allí parecía molestar un par de tetas. Por eso lo que vino a continuación sorprendió aún más a la pareja de ancianos.
    
    –Gracias, Guarralupe –sí, Carol se dirigió a ella por su mote–. Tus tetas, sin embargo, son un par de neumáticos sin gracia. Deberías dejarlas también al aire para que todo el mundo vea que las mías son mucho más bonitas.
    
    Guarralupe se quedó paralizada. Me miró a mí como implorando ayuda.
    
    –Sácatelas.
    
    Mi orden fue simple y directa. Ella podría habernos ignorado, pero la sumisa que llevaba dentro, la mujer a la que volvía loca que la humillaran, empezó a mojar su coño y, frotando disimuladamente sus piernas, se deshizo de su sujetador y se puso a tomar el sol en tetas.
    
    Los vecinos no se lo podían creer. Cuando se fueron, un poco cortados por la escena, Guarralupe nos reconoció que estaba excitadísima. Lo que más me sorprendió a mí, sin embargo, fue que el socorrista observaba la escena encantado, claro, pero sin mucha sorpresa. Como si no le extrañara tanto ver a la rubia en tetas…
    
    –Guarralupe, putita… –dije ...