1. Las amigas de Ana. Vacaciones con Carol. Parte 4


    Fecha: 16/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Escribidor, Fuente: TodoRelatos

    ... mientras ambos clavaban sus ojos en ella.
    
    –¡¡AAAAHH!! ¡Javier! ¿Pero qué…? Aaaaahhhmmmmmmggggg…
    
    El orgasmo que la sobrevino viendo cómo su hijo se follaba a mi mujer fue una respuesta biológica a una acumulación de estímulos y a un aumento incontrolado de la humillación que sintió en ese momento y que tanto le excitaba.
    
    Fue tan intenso que empezó a expulsar líquido por su coño como si fuera un aspersor, a la vez que su respiración se entrecortaba y caía al suelo hecha un ovillo. Carol, con las tetas por fuera de su camiseta, su minifalda subida hasta su cintura y sus bragas de la mano, entró al salón con el hijo de la rubia de la mano.
    
    –Siéntate junto a tu padrastro y disfruta del espectáculo –le dijo Carol al chaval.
    
    Por lo que luego me contó, el chico se había corrido un par de veces en la terraza, pero cuando se sentó en el sofá volvía a tener la polla dura. Le estaba encantando lo que le estaba haciendo a su madre… Y al viejo también, pues no pareció importarle la presencia de su hijastro ni de Carol, y siguió machacándosela sin contemplaciones.
    
    –¿Qué te parece lo que he hecho con Guarralupe? –le pregunté a Carol.
    
    –Me has puesto súper cachonda –ella se acercó a la rubia y, cogiéndole del pelo, hizo que le mirara a los ojos–. Pero yo también sé tratar a este tipo de zorras como se merecen. ¿O es que te crees que ya has acabado? Las buenas putitas no se corren como unas perras y dejan a su amo a medias.
    
    –Que se vaya mi hijo, por favor, y haré lo que me pidáis…
    
    –Pero si él está deseando verlo…
    
    Guarralupe miró a su hijo que se machacaba la polla nublado por la lujuria. Carol volvió a tumbarla en el suelo, boca arriba, y se sentó sobre su cara obligando a la rubia a comerla el coño. Estaba completamente seguro de que era la primera vez que se comía uno.
    
    –No sabes comer coños, tienes unas tetas operadas que no valen nada –retorció sus pezones mientras lo decía. La rubia gimió de gusto mientras seguía chupando–. Lo único que haces bien es tocar los cojones cuando hago topless en la piscina. ¡Chupa con más ganas, zorra!
    
    Carol siguió torturando esas tetas operadas. Y yo volví a clavársela en el coño. No pude resistir la tentación, y echando mano a mi móvil, que andaba por allí cerca, inmortalicé el momento: yo follándome a Guarralupe mientras esta le comía el coño a Carol. Otra foto para mi colección.
    
    Después de toda la marcha que llevaba, tardé poco en descargar mi lefa en su vagina. Carol aprovechó la situación, y haciendo con ella un sesenta y nueve, extrajo todo mi semen mientras se corría en la boca de Guarralupe. Para completar la escena, morreó a la rubia pasándole toda mi leche.
    
    –Ahora podrás saborear nuestras corridas juntitas –le dijo.
    
    Guarralupe tragó glotona, encantada y saciada del todo. Su marido y su hijo observaban con sus huevos de nuevo vacíos. Todos nos habíamos corrido a gusto, así que Carol y yo nos vestimos dispuestos a irnos.
    
    –Recuerda tu promesa –le dije a la rubia–, las tetas de ...