Mario el corneador (cap.13) - Relatos Eróticos

Mario el corneador (cap.13)

... moverse y tratando de recuperar el aliento, Lucas estaba como abducido de haber visto a tan solo unos centímetros suyo aquel maravilloso y enorme polvo que le habían pegado a su Diosa y Dueña, ahora solo tenía ojos para ver como la polla de Mario, aun dentro del coño de su Ama se estaba desinflando y un hilito blanco de semen salía del mismo y empezaba a recorrer el muslo de su amada Emma.

- No sé qué esperas cornudo, ya te he dicho antes que siempre querré que me limpies de las corridas de mis amantes y cornudos tuyos y que las tragues todas, no quiero que desperdicies nada.

Ahora tengo mi coño a reventar, así que esmérate perrito cornudo.

Mario ya había sacado la polla del coño de Emma y se quedó relajado abrazado a ella, que agarraba del pelo la cabeza de su sumiso para que tragase todo lo que su coño contenía y no separase su boca de su entrepierna, mientras tanto Emma besaba a Mario.

- Me encanta follar contigo cariño, le dijo a Mario.

Me haces disfrutar como a una perra, me pones muy loca.

Espero que te apetezca seguir viéndome, aunque mi madre siga agobiándote.

- Tranquila Emma, una cosa nada tiene que ver con la otra y a mi también me gusta follarte, eres una jovencita muy inquieta, le dijo sonriendo.

Cuando ya el coño de ella estaba limpio y el cornudo había tragado toda la corrida, ella lo envió a que les sirviese la comida y ellos dos se fueron a la piscina a darse un baño.

Tras el baño el sumiso les sirvió la comida sufriendo todo tipo de humillaciones por parte de Emma, la cual a cada segundo que pasaba se mostraba más reforzada en su poder sobre Lucas, para él, estaba viviendo el sueño de su vida era lo que siempre había deseado y estaba muy excitado todo el día, tanto por haberle puesto los cuernos y haber presenciado como se follaban a su amada ante sus ojos, como por el hecho del cambio de actitud de Emma y ahora ya ser y ejercer como su Ama y Dueña absoluta.

Disfrutaron de la comida que les había ofrecido el cornudo y tras tomar café decidieron descansar un rato en el dormitorio de Emma, hacia allí fueron y estuvieron un rato tumbados en la cama descansando y tomando un licor.

Tras una media hora de reposo Emma empezó a acariciar la polla de Mario y cuando ya estaba reaccionando y había abandonado su estado de flacidez se la metió en la boca y empezó a chupársela, a realizarle un mamada en la que se metía la polla hasta la garganta produciéndole algunas arcadas pero de placer porque ella lo estaba disfrutando mucho sintiendo como la polla de su amante se ponía dura y grande en su boca.

- Emma, cariño, dile a tu sumiso cornudo que te coma el culo y te lo lubrique bien, porque voy a follartelo enseguida.

Mario estaba en la gloria, le acariciaba las enormes tetas de Emma mientras ella se esmeraba en comerle la polla, él ya había bajado una de sus manos al coño de ella y había comprobado que estaba muy excitada, le había metido un dedo en el culo y reaccionaba con placer a ello, por eso quería ...