Mario el corneador (cap.13) - Relatos Eróticos

Mario el corneador (cap.13)

Mario el corneador (cap.13)

Recomendable leer los capítulos anteriores.

Mario había elegido un restaurante espectacular desde el que se podía divisar el mar, ya que estaba ubicado en un acantilado, la comida fue perfecta y los tres estaban relajados y tranquilos.

Sara le dijo a Rocío que quizás Mario podría recomendarle algo sobre los amantes corneadores que conocía.

- Mira Rocío, yo no quiero decir nada, comento Mario, pero tú sabes porque en su momento lo comentamos que a mí personalmente aquel tipo no me gustaba y ese fue el que te presento al que ahora te ha gastado la putada, esa gente nunca han sido de mi agrado y lo sabes, se han movido de maneras extrañas y nunca han sido realmente claros en sus intenciones, pero no te preocupes, ya se les ha acabado el chollo, ya me he encargado de que tengan su merecido, porque ahora sí que tengo los recursos y me lo puedo permitir.

Me sabe fatal que se me compare a mi o a otra gente que tiene gustos similares a los míos o incluso a vosotros, a las parejas que hacéis este tipo de cosas o lleváis este tipo de vida como enfermos o locos o pervertidos o multitud de adjetivos que no voy a nombrar, es un tema que me pone enfermo y mejor dejarlo aquí.

- Lo se Mario, gracias por todo, dijo Rocío con una lagrima en sus ojos.

- Tranquila Rocío, dijo Sara, Mario ha hecho unas gestiones.

- Perdonarme, precisamente ahora me llaman, dijo Mario levantándose de la mesa y atendiendo la llamada.

Se fue hacia un mirador más tranquilo y allí estuvo charlando.

Rocío aprovecho para hablar con Sara en privado.

- Gracias Sara, pero no es solo eso, recuerda que pretendíamos hacer una fiesta para humillar a nuestros sumisos, que tuviesen amante o novio y que tuviesen sexo delante nuestro, nosotras estaríamos con nuestros amantes y corneadores, bueno pasaríamos un día diferente, haríamos una barbacoa diferente.

- Lo se Rocío, pero tranquila, deja que Mario se encargue, él está relacionado, tu olvida al tipo ese ya y disfruta de lo que la vida te pone delante.

Mario llego y se sentó de nuevo a la mesa, les conto que ya había contactado con su amigo Pablo, que era un chaval más joven que había conocido hacía tiempo, excelente persona y un tío físicamente diez, que tenía muy buena polla y que realmente lo hacía muy bien, que en su día el, Mario, se había comprometido a ayudarle y nunca le había fallado, era culto, educado, respetuoso y sabia estar.

Le dijo a Rocío que esa tarde ya le había concertado una cita con ella, en su casa, que esperaba que se tomasen un café y que congeniasen, si no lo hacían y no se gustaban no pasaba nada, todos tan amigos, pero que merecía la pena conocerlo.

Rocío dijo que por supuesto y quedo bastante ilusionada con la cita que le habían preparado.

Respecto a tu sumiso, no te preocupes, el futuro amante del marido de Sara tenía un buen amigo también muy activo y quizás podría estar ahí la solución a ese otro problema.

Terminaron la comida y Mario les ...