Mario el corneador (cap.13) - Relatos Eróticos

Mario el corneador (cap.13)

... alegraba lo de su sexo y que ahora debería de pensar en otras chicas con las que tener sexo ya.

También tenía un mensaje de Paula, le decía que le había llamado varias veces y que era raro que le salía el teléfono desconectado, que había puesto loca a Adriana al rechazarla, pero que le estaba muy merecido por agobiante y prepotente que es, que le estaba dando mucho el follón y para terminar le decía que tenía muchas ganas de follar con él, que le necesitaba.

Por ultimo tenía un par de llamadas de Emma, le recordaba que al día siguiente habían quedado para follar en presencia de su sumiso y cornudo y así humillarlo y hacerlo cornudo de manera oficial, que su madre estaba loca pero que por favor no le hiciese caso que ella no tenía nada que ver con su madre, que el otro día lo paso genial follando con él y que estaba ansiosa por follar de nuevo con él y disfrutar, que tenía preparada una buena comida con su sumiso como camarera y quizás alguna sorpresa más, que le esperaba a mitad de mañana.

Cuando dejo el teléfono en la mesa, junto al libro, no pudo menos que sonreír de comprobar como cada cual al final solo miraba por sus propios intereses y eso reforzaba su idea de solo hacer lo que le apeteciera y lo que le diese más placer, ahora podía permitírselo.

A la mañana siguiente se levantó tarde, había descansado como hacía tiempo que no hacía, es lo que necesitaba, desayuno bien y llamo a Paula.

- Mira Paula, ya me conoces, ahora en estas nuevas circunstancias aún mas de cómo era, así que Adriana grite lo que quiera o llame a quien quiera, follare con quien me apetezca, con quien me ponga y con quien me excite, ella lamentablemente no cumple ninguna de estos términos, así que no le hagas mucho caso.

- Lo se Mario, pero ya sabes que no cejara en su empeño y tratara de joderte como sea ahora que ya se ha dado cuenta que no puede menospreciarte, ni humillarte, ahora que sabe que eres más poderoso que ella.

- Bueno, que mida bien sus fuerzas, yo sé dónde vengo y estaba bien allí.

- Cuando vendrás a casa o al club a follarme?

- En unos días, no te preocupes, sabes que me apetece como a ti.

Arreglo algunos papeles que Carmen le había dejado para revisar y se fue a su dormitorio a arreglarse para irse a su cita.

La zona donde vivía Emma era muy bonita y agradable, era una zona tranquila en la costa, la urbanización estaba muy bien y las casas tenían su privacidad lo que era muy importante.

Le abrió la puerta Emma que enseguida se le colgó del cuello y lo beso apasionadamente, llevaba un bikini pequeñito estampado, encima bata larga de gasa abierta y unos zuecos de tacón alto con una tira de piel roja.

- Bienvenido a mi casa Mario, estoy muy feliz de verte aquí.

- Hola Emma, estoy también feliz de verte.

Tienes una casa muy bonita.

Pasaron y al fondo quedaba la casa pero ellos por un lateral del propio jardín donde estaban accedieron a la zona de jardín más grande, piscina, pérgola y porche de la casa. Desde el ...