Mario el corneador (cap.13) - Relatos Eróticos

Mario el corneador (cap.13)

... podía ver el tronco de esa polla como se hundía dentro de su amada y como enseguida salía, estaba brillante de toda la lubricación que tenía ya Emma y cada vez más fluidos se juntaban en los huevos de Mario.

Lucas estaba como hipnotizado y Emma anunciaba que estaba a punto de correrse, Mario le daba mucho placer y la situación aún más, era algo que ella deseaba mucho, tener allí a su sumiso pendiente de ver cada detalle de como ella era follada y gozaba, de ver como ella disfrutaba como quería sin tener que ocultarse, haciéndolo ante él.

Emma se corrió gimiendo y suspirando a cada latido de la polla de Mario dándole, sus fluidos eran ahora mucho más elocuentes y ella le hizo una indicación a su cornudo para que se los chupase y tragase, Mario aprovecho para sacarle la polla y darle la vuelta a ella, una vez que ella se quedó mirando a su sumiso que le chupaba el coño y tragaba su flujo, Mario se la metió de nuevo y mientras, Lucas seguía pasando la lengua y tragando.

- Te gusta el fruto del placer de tu Dueña mezclado con los fluidos de tu corneador perrito cornudo?

- Si mi Ama, mucho.

Emma se sentía en aquellos momentos poderosa y de eso se trataba, de bajar a su sumiso hasta ponerle donde ella quería y que su poder saliese ese día más reforzado que nunca para hacer con él lo que ella quisiera.

- Besa los pies de tu corneador y agradécele que me folle y me de placer perro sumiso cornudo!!

Ella se excitaba humillando así a su cornudo, Mario por su parte seguía con ganas de follarla, la verdad es que follar a Emma era algo que le gustaba, las tetas que tenía, hermosas, generosas, agradecidas con esos pezones siempre duros y dispuestos a ser pellizcados.

El hizo un gesto de mover el cuerpo de Emma y ponerlo de manera que su polla quedase entre las tetas de ella, cuando Emma lo entendió se acomodó y se cogió las tetas aprisionando la polla de Mario y empezando a masturbarla así, el suspiraba y ella se sentía muy excitada en ese momento, así estuvieron un rato hasta que Mario saco la polla de entre esas tetas y se echó encima de Emma metiéndoles la polla hasta sus huevos en el coño de ella, una vez dentro empezó a moverse y a follarla, ella la sentía, la notaba, disfrutaba de como aquello trozo de carne, duro se le metía hasta sus entrañas y hacía que apenas pudiese articular palabra, él fue acrecentando el ritmo y cada vez era más rápido en su mete y saca provocando que el placer que sentía Emma se multiplicase y que sus gemidos más que evidentes dieran paso a una nueva corrida y sin terminar esa enlazase con otra, su cuerpo ya estaba rendido al placer y su coño solo quería recibir la explosión de aquella polla, Mario dio varias embestidas más lentas pero más fuertes y en la última con un grito anuncio que estaba corriéndose, los chorros de esperma salían de polla fuertes y poderosos, notando Emma como inundaban su coño de aquel néctar que era el premio que el cornudo iba a recibir.

Quedaron los dos sin apenas fuerzas para ...