Mario el corneador (cap.13) - Relatos Eróticos

Mario el corneador (cap.13)

... que yo quiero, pero claro, hasta ahora nunca lo había querido poner en la posición de ver cómo me follan, pensaba que sería duro para él y fíjate que el aun quería más humillaciones que esa, de ahí el preparar todo esto, porque todo es empezar.

- Como reaccionara?

- No lo sé, tampoco es que me preocupe mucho, es decir, ya lo he hablado con él y puede tener una reacción no esperada, pero sabe que es algo que no debe pasar, personalmente y conociéndolo sé que será duro para el al principio, pero que después lo gozara cuando a mí me vea disfrutar y correrme.

- Esperemos que sea así.

Salieron del agua y estuvieron tomando la cerveza relajadamente, aunque sus manos no dejaban de acariciar el cuerpo del otro y estaban excitados.

Emma llamo a Lucas y le dijo que les trajese algo de picar y cuando el sumiso lo llevo, Emma le indico que se quedase allí frente a ellos de rodillas.

Él se quedó como a unos dos metros del sofá donde ellos estaban, de rodillas y mirándolos fijamente, viendo como Emma cogía la polla de Mario y la pajeaba, la acariciaba para ponerla dura, aquella polla era enorme comparaba con la de Lucas, eso ya tenía a Emma excitada y de alguna manera, de alguna extraña manera excitaba a Lucas el ver las manos de su amada acariciar aquella polla. Por su parte Mario no dejaba de acariciar los pechos de Emma, los sobaba y pellizcaba sus pezones, ella reaccionaba a las caricias de su macho y aun se excitaba más de lo que ya estaba.

Emma miro a su sumiso, se fijó en que no perdía detalle con su mirada y bajo su cabeza hasta meterse la polla de Mario en su boca, una vez dentro empezó a mover la cabeza a la vez que le pajeaba la polla, enseguida el miembro de su amante estaba a tope, duro y tieso como una piedra, como a ella le gustaba ya que así golpeaba su garganta con el glande y disfrutaba mucho mas de esa polla, ella no dejaba de chuparla y acariciar a su vez los huevos de Mario, mientras él ya le metía varios dedos en su coño que estaba empapado y en su culo que los recibía con placer.

- Mira que polla tiene tu corneador mi sumiso cornudo, le da mucho placer a tu Dueña, es lo que tu deseas, verdad?

- Si mi Ama, decía su cornudo sin apenas darse cuenta de nada y excitado por la situación.

- Ahora tu corneador va a follarme porque es lo que Diosa desea, que la folle y le de placer, es lo tu también deseas, verdad?

- Si mi Dueña, decía el deseando que se le permitiese tocarse.

- Mira y fíjate bien como me folla tu corneador, ni se te ocurra tocarte y estaré atento a agradecerle a tu corneador el placer que me da.

Emma se puso en pie y enseguida se sentó en la polla de Mario, se la clavo en su coño y empezó a metérsela dándole mucho ritmo a ese mete saca, ella estaba muy excitada y el también.

Desde su posición Lucas, el cornudo, podía ver perfectamente como la polla de Mario, ese pedazo de polla entraba y salía del coño de su Diosa dándole placer, pues ella no dejaba de gemir, cada vez con más intensidad, ...