1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (38)


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... hervidero de murmullos y chismorreos, más de los que ya hay ahora. Podremos seguir estando juntos pero no tan próximos, piénsalo bien.
    
    -Gatito mío, mi lindo nene, te causo daño y no quiero que sufras. -nos besábamos con frenesí, desesperados hasta que alguien tocó a la puerta sin identificarse.
    
    -Tenemos que bajar para la cena, tus padres nos esperan.
    
    Esa noche resultó una de las mejores en el sexo, Álvaro volvía a sentir la misma pasión que al principio, y al entrar en la habitación me arrancó la ropa para tenerme desnudo y luego penetrarme como si fuera la última vez que pudiera hacerlo, al principio sus besos eran mordiscos en mis hombros.
    
    -Suave mi amor, más despacio, quiero tenerte mucho tiempo. -empezó a lamerme las orejas, el cuello, y pasaba la lengua por mi espalda, él aún seguía vestido y empezó a quitarse la camisa.
    
    Sentía la piel y los vellos de su pecho pegado a mis espalda y me hacía sentir escalofríos.
    
    -No, no voy a perderte, serás siempre mi gatito, es a ti al que amo. -fue bajando con la lengua por el cuello y siguió hasta abrirme las nalgas pegando la cara en mi culo, yo temblaba.
    
    -¡Ahh! mi bebé, te gusta. -y seguía chupándome el ano y toda la hendidura entre las nalgas, su lengua era un prodigio y disfrutaba al arañarme el ano con la barba. No podía soportarlo y empecé a gemir, uno tras otro se me escapaban profundos suspiros de gozo.
    
    -Sí, sí te gusta gatito, ronroneas de gusto bebé, te quiero. -se subió y otra vez me comía las orejas, metía la lengua en mi oido matándome de placer.
    
    -Dime que te gusta, bebé, necesito oírtelo decir. -no dije nada pero mis gemidos eran suficientemente expresivos del gusto que me daba.
    
    Sentía que de mi polla manaban ríos de jugos y la tenía para reventar. Elevé el culito poniéndolo en pompa, él estaba encima de mi y de mala forma se quitaba el pantalón, le ayudé con la mano que tenía libre hasta que liberó la verga.
    
    Estaba caliente y dura, tiesa como una estaca y se la agarré estrangulándola.
    
    -Quiero chuparla, se la ve tan rica.
    
    -Chúpala rico como tu sabes. ¡Ahhhh! tu boquita mama delicioso. -me sentía muy excitado y el sabor de su pene era delicioso como siempre, quizá me sabía mejor por el deseo de verga que llevaba conmigo desde hacía días. Se la chupaba como un bebe goloso su caramelo y permitía que me la metiera hasta el fondo aunque me ahogaba, pero gemía de gusto.
    
    -Te gusta mi polla y a mi me gustas todo tu, no voy a dejar de follarte nunca. -se la mamaba sin cesar hasta que sentía como mi culito se abría pidiendo la ración de carne que tenía en la boca.
    
    -Ya Álvaro, métemela por el culo ya. -saqué la polla de la boca y me tendí boca arriba en la cama, sujetándome las piernas sobre el pecho con una mano, con la otra me abría el ano metiéndome un dedo.
    
    Se arrodillo preparándose, pero bajo la cabeza y retirándome la mano del culo empezó a meterme la lengua.
    
    -¡Me vas a matar mi vida! No quiero correrme sin tener tu verga dentro, estuvo ...
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