1. La Granja


    Fecha: 05/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: yanine10, Fuente: TodoRelatos

    ... también me lo impidió... Todavía estaba mi clítoris siendo succionado por el dispositivo, pero sentía una presión terrible en mi vejiga... Tenía muchas ganas de orinar y empecé a llorar.
    
    Terry se acercó entonces y me preguntó qué pasaba... Moví mis pies hacia él y fingió no entender.
    
    - “¿Necesitas hacer caca?”, me preguntó sarcásticamente.
    
    Negué con la cabeza y seguí moviendo los pies.
    
    -Qué podría ser eso que necesitas, te veo cómoda y creo que te gusta correrte porque ya has llenado casi cuatro vasijas.
    
    Y mi estúpido cuerpo eligió ese momento para robarme otro doloroso orgasmo.
    
    - “¡Ahí!... Buena niña... Sigue produciendo jugo para papá”, dijo y se alejó.
    
    Sentí que iba a morir... Sin embargo, menos de un minuto después, Terry se sentó entre mis piernas y desenganchó el tubo de succión de mi clítoris.
    
    - “¡Guau!... Me gustaría que vieras el tamaño de este clítoris... Casi podría pasar por un pene pequeño... Apuesto a que podrías follar con él”, dijo sorprendido.
    
    Se rió como si fuera su broma y lentamente trabajó en mi uretra... Pensé que iba a abrir el catéter, pero lo quitó por completo.
    
    - “Ahora haz pipí”, me ordenó y se inclinó hacia adelante para mirar de cerca mientras me mojaba sin control.
    
    Se sentía como si estuviese en el paraíso, al estar libre del succionador de clítoris y liberar mi orina.
    
    Terry sostenía un recipiente justo debajo de mi culo para recoger toda la orina... Cuando terminé, hizo que uno de sus hombres se llevara la orina.
    
    - “Bien, ahora que tuvimos que parar para que orines, también podríamos hacerte cagar para que podamos continuar con el tratamiento.”, me dijo.
    
    Moví la cabeza en señal de que no tenía ganas, pero no me hizo caso.
    
    - “No importa que no tengas ganas, te vamos a hacer cagar”, me dijo y empezó a quitarme el plug anal que llevaba horas metido en mi recto.
    
    Se tomó todo el tiempo del mundo para retirarlo, y me sentí muy aliviada al sacármelo... Sentía mi orificio anal, enorme, pero estaba finalmente feliz cuando terminó de sacármelo.
    
    Se puso de pie y desapareció por unos momentos... Luego regresó con algo en la mano.
    
    - “Este es un macro supositorio de glicerina... Utilizamos siempre este tamaño por ser muy efectivo... Te lo meteré en el recto y en un rato tendrás ganas de cagar... Tardará un tiempo para hacerte efecto, pero estoy seguro de que todos disfrutaremos del espectáculo que nos vas a ofrecer mientras haces fuerza tratando de cagar como una niña pequeña”, me dijo y colocó la punta del supositorio en mi maltratado ano.
    
    El supositorio comenzó hacer efecto al cabo de poco tiempo y sentí que necesitaba cagar... Ruidos horribles salieron por mi mordaza mientras los músculos de mi recto luchaban con fuerza para sacar los excrementos fuero de mi cuerpo.
    
    Llevó mucho tiempo de esfuerzo humillante mientras todos esperaban ver salir el primer trozo de materia fecal... Luego vinieron más trozos de materia fecal y el olor era intenso.
    
    Cuando terminé, ...